El origen del cortocircuito entre Escobar y Roggiero que terminó sepultando al despedido técnico de la U
Luego de la caída ante Colo Colo, en el Monumental, el gerente deportivo se distanció del proyecto del colombiano, que hasta ese momento defendía a muerte. Durante los últimos meses, la relación entre ambos era mínima.
En el Centro Deportivo Azul centran sus esfuerzos en encontrar lo antes posible un reemplazante para Santiago Escobar. La salida del técnico, quien fue cesado tras la caída ante Audax Italiano, por 2-0, aceleró el plan en el que Azul Azul ya venía trabajando hace un par de semanas. Este lunes, por la tarde, Sebastián Miranda asumirá de manera interina el equipo que entrena en La Cisterna. Su cuerpo técnico estará compuesto por Nilton Sepúlveda (ayudante técnico) e Ignacio Febres (Preparador físico).
Semanas atrás, específicamente a inicios del mes de abril, la concesionaria ya buscaba técnico. De manera pública, por razones evidentes, Michael Clark, el presidente, lo negaba. Sin embargo, al mismo tiempo, Luis Roggiero, el gerente deportivo, revisaba currículos para comenzar a delinear el nuevo proyecto que buscaría levantar el ya sepultado proceso de Escobar.
Roggiero, el mismo que trajo a Escobar, ya no quería al colombiano en el CDA. El distanciamiento entre ambos se produjo una vez consumada la caída de Universidad de Chile frente a Colo Colo, en el Monumental y se fue acentuando con el correr de las semanas. Los laicos cayeron por 4-1, el 6 de marzo, en un resultado que pudo ser aún más abultado. El ecuatoriano, una vez finalizado el duelo, cuestionó una serie de decisiones deportivas y de manejo de grupo del cafetalero. Esos cuestionamientos, con el tiempo, se tradujeron en una postura más clara por querer cambiar al DT.
Desde ese fatídico encuentro para los laicos, la relación entre ambos sufrió un cortocircuito, según la información recabada por El Deportivo. La distancia entre ambos se hizo evidente. A tal punto que Escobar dejó de considerarlo uno de sus hombres de confianza en La Cisterna. La relación solo se limitó a lo justo y necesario. El técnico comenzó a sentir que su salida estaba cada vez más cerca.
En la interna del plantel, Roggiero dejó de participar en la toma decisiones. ¿Ejemplos? Los castigos al portero Cristóbal Campos, quien llegó tarde a tomar desayuno, y a Junior Fernandes, por llegar en malas condiciones a la práctica tras celebrar el cumpleaños de su señora, los definió Escobar, sin ningún tipo de consulta. A ambos los sacó de las convocatorias y hasta el duelo con Audax Italiano, ninguno de los dos volvió a sentarse en la banca, al menos.
En conferencia de prensa, Escobar ya se refería al distanciamiento con Roggiero. “La relación de entre Luis y yo es de respeto. Somos dos profesionales que se respetan y que estamos buscando el mismo objetivo, el bien colectivo y de la U”, explicaba. “Son temas que no deberían exponerse públicamente. No sé de dónde salen ese tipo de versiones. Es una relación de respeto y, en ese orden de ideas, creo que concluye todo. Estamos trabajando y buscando el mismo objetivo, el bien de la U”, insistía.
Ya durante las últimas semanas, el quiebre se hizo más evidente. Escobar, a través de la prensa, se enteró de que su ciclo, pasara lo que pasara, ya estaba terminado. Roggiero, el mismo que lo sedujo para venir a Chile, propuso al ecuatoriano Fernando Jubero, técnico español de 48 años y vasta experiencia en Paraguay, el cual fue rechazado. La dirigencia, en tanto, ya tenía en mente a Martín Lasarte. El uruguayo es la prioridad, pese a que durante los últimos días ha tomado distancia pues asegura que necesita un descanso tras su paso por la Roja. “Es muy posible que yo no entrene por bastante tiempo. No puedo asegurar cuanto. Me voy a tomar un tiempo para descansar y recuperarme, porque siento que lo necesito”, afirmó Lasarte hace unos días, en conversación con una radio charrúa.
Escobar se enteró de todos los pasos por la prensa. Incluso, cuando aún estaba en el puesto, respondía consultas sobre sus posibles sucesores. Deslizó su molestia porque nadie se atrevía a encararlo en el CDA: “Yo no me molestaría porque negociaran con él, porque, ya cuando piensan que debe venir otra persona, la dirigencia está en su derecho. Soy un hombre realista, frontal, que me gustan las cosas siempre de frente y, si fuera verdad todo esto, me gustaría que mañana mismo me lo dijeran, pero hasta ahora, ningún dirigente me ha dicho una situación diferente (...) si a él lo llaman ya no es culpa de él. Yo creo que ha conseguido grandes logros en el fútbol profesional, no solo en Chile”, dijo Sachi.
El extécnico de la U, antes de partir, se dio el gusto de criticar el armado de plantel. “Faltó reforzar algunas posiciones, para tener un equipo más equilibrado”, dijo, en una claro dardo a una de las funciones de Roggiero.
Escobar sale de la U y queda en su cargo un cuestionado Luis Roggiero. El ecuatoriano, que llegó casi como un salvador a La Cisterna, hoy ya suma críticas a su gestión. Desde el presidente Michael Clark hasta Carolina Coppo, la directora de Azul Azul. “Luis llegó con nosotros para hacerse cargo del fútbol. Trabaja 24 horas al día para que al club le vaya lo mejor posible, es el primer autocrítico de que hay cosas que se pueden hacer mejor y para eso estamos haciendo ese trabajo”, dijo la cabeza de la concesionaria. “¿Si me ha gustado la gestión de Roggiero? No. Los resultados que están a la vista. Por la mala elección de refuerzos. Esto no es nada personal. Es cosa de ver los resultados y cómo quedó conformado el equipo desde que llegó Luis Roggiero. El equipo está mal constituido, descompensado. Se necesitan refuerzos en todas las líneas. Por los resultados, parece no haberlo hecho bien”, agregó Coppo.
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