Una farra. Eso fue para Colo Colo el partido frente a Unión Española en Santa Laura. Los albos ganaron por la cuenta mínima, pero nadie se hubiese extrañado si lo hacían por cinco o seis goles, de no ser por la buena actuación del arquero Diego Sánchez y por la poca precisión de los atacantes del Cacique, especialmente de Gabriel Costa, quien falló dos mano a mano frente al meta hispano. Diez ocasiones y apenas un tanto, que además fue del defensa Maximiliano Falcón, mediante un cabezazo tras un córner. Para colmo, los rojos estuvieron cerca de empatar en una de sus contadas llegadas.
En total, los albos tuvieron 14 tiros. Siete fueron al arco y siete desviados, de los cuales la mayoría se produjo en el primer tiempo. Un mundo de diferencia con el Colo Colo que tomó Quinteros y que en enero pasado completaba su partido frente a Wanderers, con una goleado 0-3, y sin ningún disparo a la portería.
La falta de un centrodelantero que acompañe a Iván Morales en el ataque pena en un Colo Colo que genera muchísimo peligro, pero que termina sufriendo por esa falta de concreción. Esa es una de las razones por las que Gustavo Quinteros insiste en la llegada de un jugador en ese puesto. “Reafirma que tenemos que ir por un 9; fallamos dos de Bolados, dos de Morales, una de Amor... Necesitamos un centrodelantero de características de área, tenemos los que hacen las diagonales, pero nos falta el que termine la jugada, que los acompañe”, afirmó tras el partido.
En la dirigencia están conscientes de la necesidad planteada por el entrenador, lo que se ha ido acentuando tras la caída del fichaje Marcelo Moreno Martins, quien finalmente se quedó en Cruzeiro por pedido del técnico Vanderlei Luxemburgo.
El gerente deportivo Daniel Morón trabaja contra el tiempo para ver qué opciones son las que más al alcance están de la siempre estrecha billetera alba. No es una tarea fácil, porque también tiene que llenar el gusto de Quinteros, quien espera que ese jugador sirva también como una referencia para los demás delanteros, especialmente los más jóvenes, como Iván Morales y Luciano Arriagada.
Esta semana, la dirigencia de Colo Colo analizará los nuevos escenarios, en una reunión -por fijarse- entre los miembros de la mesa, con el objeivo de ver cómo proseguir en la empresa de satisfacer la necesidad que imperiosamente plantea el entrenador del Cacique.