El paso a paso del histórico día de Esteban Paredes

paredes 1
Paredes grita emocionado su gol 215 en Primera División, sobre la reja en La Cisterna (Foto: Luis Sevilla).

Desde el calentamiento hasta que dejó La Cisterna molesto por el empate. Así fue el día histórico de Esteban Paredes.



En el calentamiento de un partido histórico, Esteban Paredes solo probó una vez al arco. Sin arquero, disparó desde unos 40 metros, de zurda, despacio y al palo derecho. Un tiro fácil y lo falló. El imposible, el de verdad, casi dos horas después, lo metió al ángulo.

El Tanque fue de los primeros en salir a la cancha, llevando un lienzo de apoyo al lesionado Matías Zaldivia, ayudado por Valdés y Barroso. En orden jerárquico. Paredes manda todo en Colo Colo y todos le obedecen: ordena saludar a la hinchada, pide el lienzo de Zaldivia de nuevo al utilero, dice que lo sostengan, que posen, que aplaudan, etcétera.

Gana el sorteo del cara o sello y cede la elección a Farías, el capitán rival. En los segundos previos al pitazo inicial, saluda a Basay y parte del plantel árabe. En el primer tiempo no tuvo muchas chances de anotar. Las peleó todas, eso sí. y retó duro a varios, incluso a Costa, poco antes de que el extremo marcara el 1-1.

En el segundo tiempo, tuvo más contacto con la pelota. Incluyendo la jugada que lo dejó con la misma cifra de Chamaco Valdés: 215 anotaciones en Primera División.

"Cuando hice el gol quería llorar", admitió el goleador tras el encuentro. No bastaba decirlo, se le notó en el rostro mientras escalaba la reja para celebrarlo con su hinchada, esa que emocionaba le cantaba: "¡Paredes, Paredes...!". Antes de volver a la cancha, mostró la jineta con el número 215 y la foto de Chamaco. Emoción al límite.

Tres minutos después, en la primera pausa (la expulsión de Valdés) corrió hacia Mario Salas y le pidió el cambio. Se guardó para el próximo domingo, cuando Colo Colo reciba a Cobresal. Quiere hacer el 216 en el Monumental, a estadio lleno. Su alegría, sin embargo, se transformó en rabia con el empate agónico de Palestino: "En el camarín estaba con un sentimiento más ingrato que grato, más allá de su gol", confesó después Mario Salas, molesto por el 2-2 ante Palestino.

No hubo fiesta en el camarín. Paredes se fue solo, en su auto. El título ya parece imposible. Ahora solo queda adueñarse en soledad de un récord inigualable.

[caption id="attachment_796449" align="alignnone" width="900"]

paredes-2.jpg

El Tanque se retira del partido (Foto: Luis Sevilla).[/caption]

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.