Universidad Católica no lo pasa bien. Pero no solo este inicio de temporada, tras la derrota frente a Ñublense en el debut. Desde la salida de Ariel Holan, en julio del año pasado, que el equipo no convence en la cancha ni en los resultados.
Ni siquiera la llegada de Nicolás Núñez pudo enderezar el rumbo del elenco universitario que, de alguna manera, pudo maquillar un pobre 2023 con la clasificación a la Copa Sudamericana, en la cual debutará el martes 5 ante Coquimbo Unido, en el Ester Roa de Concepción.
Porque el periodo de Núñez al mando de la franja no ha sido el mejor. Los amistosos de pretemporada y el estreno en el campeonato nacional no hicieron más que confirmar la crisis que arrastra el club desde la temporada anterior.
“Para nosotros fue una frustración y un dolor, sobre todo porque no fuimos inferiores al rival y había expectativas de empezar bien. De acuerdo con lo que fue pasando la semana, nos hemos repuesto del golpe. Nuestra labor es transmitir energía y confianza”, dijo el DT en rueda de prensa.
El equipo de San Carlos de Apoquindo -estadio que aún está en remodelación- sumó seis jugadores a su proyecto. Es decir, se cumplen gran cantidad de las expectativas del entrenador antes del inicio del torneo 2024 y el torneo internacional.
“Nuestra obligación es competir. Vamos a ir con lo mejor que tenemos, en ningún caso estamos sacando cuentas, y el club en el que uno está no tiene margen para especular. El sábado es el foco y después veremos quién está a disposición. Tenemos mucha confianza de que lo vamos a hacer bien”, afirmó Núñez, en la previa del duelo ante Palestino.
El peor en veinte años
En términos formales, el actual adiestrador de la franja suma 16 partidos oficiales al mando del primer equipo. Con una pobre cosecha de solo cuatro victorias, desde que asumió en julio del año pasado.
Es decir, solo un 25% del total de encuentros terminaron en triunfo. Los que están acompañados de seis empates e igual cantidad de caídas. Un pobre desempeño que le entrega un 37,5% de rendimiento.
Para encontrar números tan malos hay que remontarse dos décadas atrás. El argentino Oscar Garré, quien en 2004 ni siquiera logró llegar al décimo sexto partido. El campeón como jugador en México ‘86 solo alcanzó a estar nueve duelos con la UC con un paupérrimo registro de siete derrotas y dos triunfos, para un 22,2%.
Desde el transandino pasaron otros 15 entrenadores (Ariel Holan lo hizo en dos periodos), pero ninguno tuvo un coeficiente tan bajo como del que hoy luce Nicolás Núñez.
En estos veinte años, el entrenador con el mejor registro en sus primeros 16 partidos es Cristian Paulucci (2021) con el 83,3% de los puntos. Lo siguen el peruano José Guillermo del Solar (2007) y el español Beñat San José (2018) con el 77%.
Ni siquiera el vilipendiado Julio César Falcioni, quien estuvo a cargo del equipo en 2014, tiene peores cifras que el actual adiestrador del equipo cruzado con un 41,6%, producto de seis victorias, dos empates y ocho derrotas.