El pequeño gigante

Buonanotte


En la UC saben que el buen perfume viene en frasco chico. Y en la de UdeC, que el veneno también.Esa era la principal preocupación de Bozán en el expectante partido de la fecha, tener el antídoto para ese pequeño gigante que es Buonanotte. El DT quiso cortar esos circuitos mortíferos de Diego, este artista que ya lo quisiera el circo Du Soleil por lo talentoso y profesional.

Todo comenzó con una presión atosigante por ambos equipos. Fue tal el atolondramiento, que los pelotazos parecían misiles de una guerra del Medio Oriente. Casi derriban los drones del CDF. Los arqueros eran simples espectadores de esta guerra imprecisa de un fútbol rústico.

La excepción la marcaba Diego, ese loco bajito, que todo lo hace con lealtad por el espectáculo. Controla y ya de reojo ve el arco contrario. Siente la textura del cuero en su botín izquierdo y ya su cerebro envía señales de amagues, fintas y esquives ante los infartos destructores de la magia del fútbol.

La intensidad de juego no concita atracción cuando es acompañada de imprecisión. Si el fútbol es un juego de errores, ese lo cometió el equipo penquista. Ese momento vino. Cuando el argentino bajó el balón desde las nubes, y por el lado derecho enfiló hacia el centro, hubo diagonales de Vilches y Sáez sin balón. Al zurdo le quedó comodísima la pelota para su pierna hábil, rematando con dureza, y Muñoz solo contiene a medias. Y allí, desde la tumba del punto penal, aparece Vilches, que ya asomaba en las páginas de defunción, y de volea convierte el solitario gol.

Lo imprevisible del fútbol es que resucita muertos. De camino al cementerio, los pone en la ovación viva de la masa y el regreso sonriente en las portadas de los diarios.

Y todo gracias al enano, que a la UC le da estatura de líder con pinta de campeón. Mención aparte a Dituro, con su volada propia de una revista de héroes animados.

No fue un triunfo fácil. Hubo que correr más de la cuenta. Esa cuenta que tiene como aval a Buonanotte, comprometido cuando el buen fútbol es deuda.

Los demás, de dulce y de agraz. La U, aún soñando como un romántico viajero. Y Colo Colo, con una crisis casi humanitaria.

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