Pese a ser tener apenas 18 años , María José Pérez de Arce habla con total madurez. Admite que haber sido parte de los FIA Motorsports en 2022 fue un hito que abrió muchas puertas, pero que ahora viene un momento aún más importante. Demostrar que puede quedarse en esas ligas. Que puede emigrar de Chile y saltar a un equipos de Fórmula en el viejo continente.
Ese es el gran objetivo de 2023 y a lo largo de la conversación que mantiene con La Tercera lo deja claro constantemente. “En karting solo voy a correr un campeonato, para enfocarme bien en la Fórmula. Internacionalmente hablando, por lo que estamos trabajando es ir a España a hacer tests. Me dejaron miles de invitaciones y me siguen enviando correos preguntado cuándo voy a ir, que quieren que vaya. Entonces, esa es la meta de 2023. Esa es la mejor forma de que te vean los equipos para poder quedarte allá”, admite Pérez de Arce, quien este año comenzó a ser auspiciada por Kaufmann.
Invitaciones que llegaron obviamente tras el hito de haber sido la primera mujer chilena (y única latina de la edición) en estar en los FIA Motorsport, los “Juegos Olímpicos” del deporte motor.
Y es que ese 22º lugar en la prueba de Fórmula 4, que se corrió en el circuito de Paul Ricard en Le Castellet, Francia, fue una marca especial. No solo por el logro deportivo, sino porque para llegar ahí también tuvo que hacer una campaña muy potente por financiamiento. El gran problema de los deportistas en Chile.
“Todos tenemos muy poco apoyo, sobre todo porque hay muy poca cultura de automovilismo. Presentábamos los proyectos y nos decían que nadie conocía nuestra disciplina”, confiesa sobre ese desafío con el que tuvo que lidiar en un año cargado de entrenamientos y adaptaciones. Porque también estaba viviendo el paso de los karting a la Fórmula 4, algo clave para aquellos que sueñan con dedicarse a esto a largo plazo.
“Si vez a los pilotos de Fórmula 1, ellos también comenzaron en karting porque te enseña mucho para poder entender lo que viene después. Es la mejor escuela para seguir avanzando... Ahora ya lo tengo más dominado, pero tuve que trabajar mucho para llegar al nivel que hay en Europa, donde todos son muy buenos”, añade “Cote”, quien este año entró a estudiar odontología.
Finalmente, durante la conversación aborda dos temas fundamentales para su carrera: el apoyo de su padre y el ser una de las pocas pilotos mujeres que se han mantenido en el país.
“Siempre estoy tratando de apoyar a las mujeres que entran al automovilismo, pero no duran mucho. Igual ahora hay más, antes era muy difícil ver mujeres en este mundo. Incluso cuando empecé (en 2015) había mucha gente que no creía que yo era competencia o una amenaza, solo por ser mujer. Principalmente los papás de los competidores hombres. Pero cuando empezamos todo fue muy rápido y casi al llegar ya estaba al mismo nivel de hombres que llevaban mucho tiempo”, menciona antes de aclarar que en parte eso fue gracias a su padre.
“Es mi papá y mi preparador de autos. Un apoyo muy importante, porque lo que él sabía me ayudó para poder hacer mi carrera deportiva”, destaca. Él le dio su primer karting a los 11 años y él ha sido el motor para un viaje histórico.