Universidad de Chile debía realizar su debut por el Campeonato Nacional el pasado domingo ante Cobresal, sin embargo, aquello no ocurrió. Tras una polémica determinación de la Delegación Presidencial de cancelar el partido a 48 horas del pitazo inicial, los azules se quedaron con las ganas de retornar al Estadio Nacional luego de dos años de espera.
Por esta razón, desde Azul Azul no quieren que esta situación vuelva a repetirse y ya trabajan con las autoridades para asegurar que el partido del sábado 24 de febrero contra Audax Italiano se juegue. Pero la tienen difícil. Tras días de conversaciones, la controvertida Delegación Presidencial le solicitó cumplir una serie de condiciones para la ejecución del espectáculo deportivo en Ñuñoa. Fue el primer portazo al plan de la U para retornar al coloso principal del fútbol chileno.
Los requisitos
El partido entre la U y Audax aún sigue en el aire. Más aún si se tienen en cuenta las exigencias que le está pidiendo acatar la entidad gubernamental y Estadio Seguro a la comitiva de Michael Clark. En primer lugar, los universitarios solicitaron un aforo de 43 mil personas para el choque con los itálicos, pero las autoridades llegaron a la reunión con un plan de aforo de 30 mil espectadores como máximo. Aquel escollo representa un duro golpe para la concesionaria, ya que para el duelo frente a los mineros se autorizaron 32 mil hinchas, y ahora deberán ceder y bajar aún más la capacidad permitida.
En segundo lugar, se le pidió a los estudiantiles un ajuste del horario de su partido desde las 20:30 horas a las 18:00. Este punto aparece como uno de los más complejos, ya que a esa hora también se disputa el duelo entre Palestino y Cobreloa, que a raíz de la nula existencia de luminaria en el Estadio Municipal de La Cisterna no puede ser postergado.
Finalmente, Azul Azul planteó el mismo informe de seguridad que para el partido ante los nortinos: 400 guardias privados, ocho kilómetros de rejas, tres horas de antelación para la apertura de puertas y accesos habilitados por todas las calles aledañas. En este sentido, la dirigencia se encuentra negociando hasta la última opción para evitar que la suspensión vuelva a ocurrir a tan sólo días que se juegue.