El portazo de Aránguiz
El no de Charles a Rueda, su rechazo a ejercer de capitán ante Honduras, alimenta la discusión sobre su carácter: ¿cobardía, inteligencia, timidez, diplomacia, rebeldía?
El Príncipe no quiso ser rey. O no se atrevió. O más que miedo, lo suyo quizás fue rebeldía. De momento, Charles Aránguiz no ha dado explicaciones públicas a su rechazo a portar el brazalete de capitán de la Roja que dejó vacante Alexis, quien abandonó el grupo tras la igualdad ante Argentina. Y el caso es que la aseveración tajante de Rueda ("el capitán lo elijo yo") no se cumplió. El DT escogió a Aránguiz y este le dijo que no.
Y la decisión de Aránguiz sorprendió. Uno de los referentes presentes en el amistoso de la Roja, 78 partidos ya a sus espaldas, elegido por Rueda (el quinto con más minutos bajo su mandato), rechazó la propuesta para ejercer como capitán. Y tuvo que asumirla de rebote Paulo Díaz (22 partidos con la selección) por sobre Claudio Bravo (121 partidos), pese a que el arquero estaba en cancha.
El jugador del Leverkusen prefirió mantenerse al margen justificando su bajo perfil y, de paso, no entrometerse, de manera indirecta, en un conflicto que tiene a Claudio Bravo enfrentado a Arturo Vidal.
En realidad dio igual, porque Bravo, pese a no haber sido escogido, demostró su liderazgo. Fue el primero en dar instrucciones ante la atenta mirada de todos. También de Paulo Díaz, el capitán del sí, y de Aránguiz, el capitán del no.
"Puede ser que Aránguiz no la quiso por personalidad. Uno no sabe las peleas internas que hay en la Selección, pero portarla siempre debe ser motivo de orgullo. No sé a qué le tienen miedo. Uno tiene que ponérsela con personalidad", dice Elías Figueroa, histórico capitán de la Roja. "Una vez en la Selección también tuvimos un problema y yo en mi rol de capitán les dije que todos los conflictos debían quedar fuera de la cancha. En el partido somos todos uno", agrega el mejor central en la historia de Chile. "Nunca la rechacé, nunca se me ocurrió. En todos los equipos que estuve fui capitán y por muchos años. Y para mí siempre fue motivo de orgullo. Es raro que Charles la rechazara", cierra.
Jorge Aravena, quien también fue capitán, defiende a Aránguiz. El Mortero conoce bien al de Puente Alto. Lo hizo debutar durante su paso en Cobreloa en 2006. "Lo de Charles no es un tema de personalidad. Charles expone todo su liderazgo y personalidad en la cancha y no necesita una jineta. También lo hace Claudio Bravo en este momento. Es un líder sin la jineta", dice el exvolante.
"Está en su derecho de aceptarla o no. Él decidió que no quería usarla y tenemos que respetarlo. Yo nunca la rechacé, me la dieron y la usé como seis años, pero Charles creyó que no la necesitaba y listo", finaliza Aravena.
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