El presidente de La Serena saca la voz: “Felicevich es un asesor y Martín Ossandón un ex funcionario que utilizó al club para beneficio propio”
Cristián Contador afronta la relevación que realiza el exgerente respecto de la influencia del intermediario de futbolistas en la entidad nortina. Insiste en que vincular al transandino a la propiedad del club es impropio. "Tiene algo de obsesion", apunta.
Cristián Contador rara vez habla. Habitualmente, el presidente de Deportes La Serena opta por el hermetismo. Ni siquiera contesta llamadas. Sin embargo, frente a la controversia que produjo la investigación publicada por la radio Bío Bío, que expone el poder que detenta Fernando Felicevich en la administración del club, aludiendo a mensajes expuestos en la demanda laboral que interpuso el ex gerente de la entidad, Martín Ossandón, se ve obligado a contrarrestar las acusaciones.
Lo hace a través de una declaración que fue distribuida a los medios de comunicación, que recibió El Deportivo. “Las demandas son algo normal en la vida en sociedad, es la manera civilizada de poner término a los conflictos, lo que acá es lamentable, es que por la vía de una acción judicial y pública, se pretenda confundir a la gente, y por esa vía tratar de mejorar una posibilidad de negociación. El texto está plagado de información inexacta y otras derechamente falsas y confiamos en que los tribunales podrán certificar eso”, sostiene, inicialmente, en relación a la acción legal interpuesta por el exejecutivo.
El rol de Felicevich
Contador intenta precisar el rol que cumple Felicevich en la institución. “Es algo que lo hemos repetido insistentemente, Fernando es un asesor del club, nunca lo hemos escondido ni tendríamos por qué hacerlo. Lo mismo que el resto de su equipo y la empresa Vibra que es de su propiedad. Lo que pasa, es que Ossandón quiere desvirtuar y tratar de crear una realidad paralela, delirante, para cobrar algo que no le corresponde y que realmente no resiste mucho análisis”, responde directamente, apuntando al exfuncionario.
También alude al intercambio de chat que expone Ossandón. “Sobre los mensajes, hoy día frente a la velocidad con que se mueve todo, es importante la comunicación rápida y los chats de WhatsApp son un medio eficiente. Uno no espera que en un ambiente de confianza que una de las partes participantes rompa dicho código ventilando asuntos privados de la organización”, expone. “Sin embargo eso pasó en este caso, lo que llama la atención es que lo que no se filtró públicamente son los chats donde Fernando y su equipo me piden las autorizaciones para proceder de la manera que se hizo, pues efectivamente como asesores con poder ejecutivo pueden actuar siempre con mi conocimiento y consentimiento, prueba de ello es que todos los documentos del club son firmados por mi y no por ellos”, insiste.
Contador es enfático en descartar que Felicevich tenga participación en la propiedad del club. “Es una afirmación que ya tiene algo de obsesión. Debe ser difícil para Martín, después que hemos conocido su trabajo, entender que puedan existir agencias o asesores. Con su incompetencia, la verdad es que ya no me sorprende que él incluso se crea todo lo que inventa para conseguir dinero. Porque aclaremos, lo que quiere es dinero y está jugando a extorsionar, pensando que porque dice que Fernando es el dueño, nosotros le vamos a dar algo, cuando sabe perfectamente que el accionista mayoritario y presidente del club soy yo, y que se fue porque hizo pésimo su trabajo.”, responde.
Contraataque
Contador termina su intervención atacando frontalmente a Ossandón. “Él me venía a pedir recursos cuando en sus propias proyecciones nada le cuadraba y debíamos cumplir compromisos, pero ahora quiere inventar otra figura. Le voy a contar algo más. Casi una anécdota de la inoperancia y de la claridad en cuanto a mi participación y el rol. En un directorio, en el que Ossandón me presenta a mi personalmente los números y proyecciones, porque eso no lo cuenta y se le olvida mencionar, yo le cuestioné toda la presentación y gestión. Todos los números malos, todas las proyecciones erróneas, todo. Errores en las sumas, en los sueldos, en los gastos, en los ingresos, algo que pocas veces he visto en mi carrera. Tal nivel de desprolijidad, que suspendí el directorio con respecto a lo que le tocaba a Martín para que lo hiciera como corresponde. Pero le insisto, eso no le conviene filtrarlo o ponerlo en ninguna demanda, porque además de quedar claro que yo soy el presidente y dueño del club, queda en evidencia su performance y falta de profesionalismo”, apunta.
“Él presentó un proyecto cuando llegó al club en función de los objetivos que nosotros habíamos trazado. Es muy lamentablemente que todo terminara de esta manera y por supuesto que nos hemos sorprendido, pero en la evaluación final, Ossandón terminó haciendo nada, siendo una persona que se enfocó más en los temas personales que en el desarrollo del club. Déjeme decirle que él no renunció, nosotros como club lo despedimos porque perdimos la confianza en él, y porque hizo de su trabajo remunerado en el club, una plataforma para sus proyectos propios. Nunca un informe al día, problemas con los contratos, problemas con los jugadores, dobles discursos, intereses personales, realmente desilusionante frente a la expectativa y a la promesa que él mismo realizó. No fue capaz de establecer relaciones con alcaldía, de sostener el proyecto de ciudad deportiva, de establecer ninguna relación con organizaciones o industrias de la zona, que era parte del proyecto. Todo esto ha hecho necesario que hayamos encargado a los abogados del club analizar sus actuaciones, revisar las posibles irregularidades y las acciones judiciales que le correspondan al club, en todo ámbito, civiles y penales”, añade.
“Incurrió en situaciones desafortunadas en esas materias que desembocaron en las que indica, pero eso no solo ocurrió con jugadores, sino que con un cuerpo técnico completo, lo que desembocó en un juicio laboral que por suerte pudimos solucionar bastante rápido. Le reitero que es lamentable tener que salir a hablar de este tipo de personas, pero cuando nos quieren hacer un daño así, hay que contar las cosas como son. Para mí, Ossandón se confundió, se sintió el dueño y presidente del club y casi una figura pública por su rol. Llegaba tres minutos antes de que empezaran los partidos, no respetó la trayectoria de referentes nacionales, a los que trató de manera grotesca y demostró la clase de persona que es. Ossandón ha sido la peor contratación por lejos desde que llegamos al club, y es de lo único que hoy nos podemos arrepentir, por eso lo despedimos”, dispara, finalmente, el timonel papayero.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.