El primer condenado: se dicta sentencia contra uno de los involucrados en los graves incidentes durante el clásico universitario en Concepción

En abril del año pasado el fútbol chileno vivió uno de los momentos más tristes del último tiempo. En el estadio Ester Roa de Concepción, el clásico universitario entre la U y la UC debió ser suspendido al minutos 31 de juego producto de que barristas azules interrumpieron el duelo al lanzar petardos y bengalas a la cancha, los cuales cayeron cerca de la zona de las bancas y del cuarto árbitro del compromiso, quien quedó con problemas luego de esto.

Ante esta situación, el juez Francisco Gilabert tomó la determinación de suspender el encuentro, el que se terminó de jugar sin público el 28 de junio en el estadio Santa Laura, y acabó con victoria por 3-0 para la escuadra dirigida por Mauricio Pellegrino, con goles de Nicolás Guerra, Israel Poblete y Darío Osorio.

“Hay siete infracciones a lo menos que el club organizador cometió. ¿De quién es la responsabilidad de impedir, y por lo tanto de controlar el ingreso para que las personas que ingresan, efectivamente correspondan a quienes pueden ingresar a los estadios? Del club deportivo”, declaró posterior al partidos el subsecretario del Interior Manuel Monsalve.

Incluso hasta el Presidente de la República, Gabriel Boric, reconocido hincha de la UC, se pronunció por estos serios incidentes: “No vamos a dejar que un grupo pequeño de delincuentes se tome los estadios a costa de la gran mayoría que acude a ver un espectáculo en paz y alegría”.

A casi nueve meses de ocurrido este escándalo, durante esta jornada se conoció al primer condenado por estos hechos de violencia que empañaron este tradicional encuentro.

Se trata de Francisco Ulloa Almonacid, implicado como uno de los autores. El Juzgado de Garantía de Concepción lo condenó a 541 días por el delito de posesión de fuegos artificiales sin autorización legal requerida, de los artículos 2 y 9 de la Ley de Control de Armas.

Además, el sujeto quedó con prohibición de asistir a cualquier espectáculo deportivo por un plazo de dos años. Por último, cabe consignar que la Universidad de Chile era parte de los querellantes en este recordado caso de violencia en los estadios.