El primer estadounidense desde 2006: Frances Tiafoe se instala en las semifinales del US Open y desata la locura en Nueva York

Con un estadio repleto y entregado a su actuar, el actual 26 del mundo superó por 7-6(3), 7-6(0) y 6-4 a Andrey Rublev, reactivando la ilusión de ver a un jugador local ganar el Abierto de Estados Unidos después de casi veinte años.



Nueva York tiene a su protagonista favorito. Se trata de Frances Tiafoe (26°), quien entró al último grand slam de la temporada con un papel secundario, pero poco a poco se fue transformando en el héroe local gracias a sus victorias. Hoy trae de vuelta la ilusión tenística, al menos dentro del cuadro masculino, al país de los 50 estados.

La explosión se dio en octavos de final cuando superó en un partido bravo a Rafael Nadal. Esa tarde marcó el cambio de giro en la percepción de Tiafoe en Estados Unidos, reactivando un hambre de triunfos que en plano masculino llevaba mucho sin aparecer. Una victoria ante el español no era cosa cualquiera y el público de la Gran Manzana así lo entendió.

Por eso hoy lo recibió un estadio entregado y que sirvió de apoyo constante. Si Frances ganaba, el tenis norteamericano también. Esto, ya que desde 2006, cuando Roddick venció a Lleyton Hewitt, que un estadounidense no llegaba a semifinales del US Open.

Si se quiere buscar un campeón local en el último grande del año, hay que remontarse a 2003, cuando el mismo Roddick superó en tres sets a Juan Carlos Ferrero. Por eso la ilusión y la energía estadounidense es total en el Grand Slam norteamericano.

Aquello y un tenis sobresaliente fueron suficiente para que Rublev no pudiese contener la situación y terminara despidiéndose nuevamente de un Grand Slam en cuartos de final. Con el de hoy ya son seis partidos perdidos en dicha instancia, siendo cinco de ellas en tres sets. La estadística y la sensación de no poder superar la barrera de los ocho mejores provocaron que el 11 del mundo rompiera en llanto en su silla incluso antes de que terminara el partido. Las imágenes impactaron a sus fanáticos y a todos los que han seguido la carrera de un tenista con grandes dotes, pero que siempre se ha visto mermado en los grandes.

En concreto, el encuentro entregó un 7-6(3), 7-6(0) y 6-4 a favor del estadounidense, quien pese a lo reñido del marcador, siempre se vio un peldaño más arriba de su rival. Con un primer servicio extraordinario (18 aces y 88% de puntos ganados) logró mantener el juego siempre a su favor, logrando incluso salvar las cuatro ocasiones de quiebre que tuvo en contra.

Por el contrario, en el tercer set, Tiafoe consiguió quebrar el servicio del ruso por primera vez y conseguir la ventaja necesaria para sellar el partido con su juego de saque. Pese a la batalla dada por el ruso, fue el local quien celebró en Nueva York.

Una vez que se consumó su victoria y se transformó en el segundo semifinalista del US Open (Khachanov ayer aseguró su presencia en la ronda de los cuatro mejores al derrotar a Kyrgios), abordó sobre la pista las sensaciones de la mejor semana de su carrera. “Esto es salvaje, una auténtica locura. Obtuve la mayor victoria de mi vida hace 24 horas y volver y ahora obtuve otra gran victoria. Andrey es un gran jugador, eso es un gran crecimiento. Es difícil pasar página, pero lo hice y ahora estoy en semis, comenzó relatando.

Finalmente confesó que está disfrutando de sobremanera su torneo en Nueva York, pero que el objetivo aún no está completo. “Siempre me divierto un poco en esta cancha y juego un gran tenis. Disfrutemos de esta victoria, muchachos. Tenemos dos partidos más, tenemos dos más”, confesó a la multitud.

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