El 8 de julio se anunció una serie de modificaciones al plan Paso a Paso del gobierno chileno. Una de ellas estuvo en directa relación con el fútbol nacional. El público por fin podría volver a los estadios cumpliendo una serie de requisitos, entre ellas la fase de la comuna donde se encontraba el recinto deportivo. Dependiendo de esto, se podía recibir desde 1.000 personas con su esquema de vacunación completo en Preparación hasta 5.000 en Apertura Inicial.
Sin embargo, hay otro factor a considerar. La distancia que se debe mantener entre las personas en un estadio en fase 3 es de un hincha cada ocho metros cuadrados y en fase 4, será de un espectador cada seis metros.
Considerando esto, y aplicándolo, por ejemplo, al Estadio Monumental, el recinto de Macul solo podría recibir 1.600 personas en fase 4, razón por la cual los dirigentes de los clubes decidieron postergar el regreso del público hasta despejar algunas dudas con el gobierno.
En ese sentido, el presidente de la ANFP, Pablo Milad, conversó telefónicamente con la ministra del Deporte, Cecilia Pérez, para abordar este asunto. Y la autoridad le reconoció que se revisarían los protocolos. El mandamás del fútbol criollo le explicó que, en esas condiciones, era inviable el regreso del público a los estadios.
Desde Quilín explicaron el proceso que están llevando adelante. Reconocen que están trabajando en la vuelta de los fanáticos. “Si bien las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno fueron pensadas para el retorno de eventos deportivos masivos al aire libre, el fútbol chileno deberá trabajar en la adaptación de estas políticas sanitarias a la realidad de la actividad del balompié nacional. En este sentido, los clubes y la ANFP se encuentran revisando todas las acciones que se deben implementar para un retorno seguro a los estadios”, dice el comunicado de la ANFP. “Alguna de las medidas que se encuentran en análisis entre las partes está la obligación de contar con pase de movilidad para la adquisición de entradas y asistencia al estadio; distanciamiento social en el recinto; habilitación de ingresos y salidas del estadio; y habilitación de baños, entre otros”, agrega.
Todas estas acciones deberán ser validadas con la Comisión Médica de la ANFP, la Sochmedep y las SEREMI de Salud de cada región, además de ser presentada por los clubes en la propuesta de partido que se envía, como es habitual, a Carabineros de Chile y las intendencias/gobernaciones respectivas.
Por lo anterior, las medidas exigidas para el retorno del público a los estadios se están trabajando en conjunto entre la ANFP, los clubes y el Gobierno.l fútbol chileno deberá trabajar en la adaptación de estas políticas sanitarias a la realidad de la actividad del balompié nacional. En este sentido, los clubes y la ANFP se encuentran revisando todas las acciones que se deben implementar para un retorno seguro a los estadios.
Por lo anterior, las medidas exigidas para el retorno del público a los estadios se están trabajando en conjunto entre la ANFP, los clubes y el Gobierno.
Los casos internacionales
En Europa las ligas comenzaron a recibir público hace meses, teniendo como máximo ejemplo el desarrollo de la Eurocopa que en sus distintas sedes recibió a los fanáticos, considerando también un aforo reducido. A nivel de las competencias locales, la Premier League fue una de las primeras que le abrió las puertas a los hinchas. A principios de mayo la Premier emitió un comunicado en el que anunció que se le permitiría a los aficionados asistir a los coliseos para las últimas dos fechas del torneo.
Entre las exigencias de las autoridades estaba la apertura de un aforo máximo correspondiente al 25% de la capacidad del estadio. “Esta decisión supone un paso adelante decisivo para volver a tener los estadios llenos, incluso con aficionados del equipo visitante, a principios de la temporada 2021-2022. Se ha echado mucho en falta a los hinchas durante los partidos”, expuso la Premier League en un comunicado.
En el caso de la Serie A italiana, el gobierno local autorizó a partir del primero de mayo el regreso del público en las zonas que no estén complicadas por el Covid-19, con un máximo de 1000 personas.
En los recintos cerrados, en tanto, se autorizó el ingreso de hasta 500 espectadores, igualmente en las zonas llamadas “amarillas”, siempre que se trate de “eventos deportivos de interés nacional”, indicaron en la oportunidad.
Por otro lado, LaLiga sigue a la espera. Durante el torneo de 2020-21 la competencia nacional española no contó con la presencia de hinchas. Eso sí, su regreso ya está anunciado para el próximo campeonato.
A mediados de mayo el gobierno hispano aprobó el regreso de las personas para asistir a los eventos deportivos de fútbol en sus máximas categorías, además de la primera división del básquetbol.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, dio a conocer que el público podrá regresar a los estadios tras suprimir el artículo 15.2 de la Ley de Nueva Normalidad que impedía que los hinchas asistieran a los recintos.
De todas formas, la autoridad española precisó que serán los organismos locales los que se encargarán de determinar la cantidad máxima de aforo permitido para cada estadio.
Al dejar sin efecto este artículo, las personas podrán volver a una relativa normalidad en los campos de fútbol. Esto, pues en el caso de los recintos al aire libre no será necesario utilizar mascarillas, siempre y cuando se mantenga una distancia de metro y medio entre los asistentes.
La experiencia de la Eurocopa
Uno de los mayores eventos deportivos de los últimos meses con presencia de público ha sido la Eurocopa que terminó coronando a Italia tras vencer a Inglaterra en la definición a penales.
Para los partidos de esta competencia hubo una serie de medidas que funcionaban estandarizadas para todas las sedes. Como por ejemplo, mantener un metro de distancia entre las personas, usar la mascarilla de forma correcta. No ocupar otro asiento que el que figura en el boleto, lavarse las manos con frecuencia, evitar el contacto físico con otras personas y permanecer en el asiento, evitando los desplazamientos innecesarios.
Además, cada sede contaba con sus medidas específicas, dependiendo de los protocolos autorizados por los organismos locales. Así, por ejemplo, las restricciones dentro del estadio Wembley, donde se disputaron tres partidos de la fase de grupos, uno de octavos, las semifinales y la final, consideraban el uso obligatorio de la mascarilla al llegar al estadio y en todas las áreas interiores. No obstante, se les permitía a los hinchas sacarse el cubrebocas “solo cuando esté sentado a la vista del terreno de juego”, especifican en la página de la UEFA.
Algo distinto a lo que se pedía en el estadio Olímpico de Roma. En el recinto de la capital italiana el uso de la mascarilla era obligatorio en todo momento. Solo se permitía dejar de utilizarla para el consumo de alimentos. Además, se recomendaba la utilización del barbijo de tipo quirúrgico o del tipo FFP2.
También en la mayoría de los casos se le pedía a los asistentes contar con algún certificado que acreditara que no se había contagiado de Covid-19, como test de antígenos o de PCR.
En Inglaterra, se solicitaba alguna de estas pruebas o bien un certificado de vacunación completa para todos los poseedores de boletos de 11 años o más.
En el caso de la capital italiana, se pedían un resultado negativo a las pruebas de Covid, un documento que acreditara la vacunación completa o bien un certificado de infección previa emitido por las autoridades italianas de no más de seis meses.
Por otro lado, para entrar al estadio Hampden Park de Glasgow, Escocia, este tipo de requisitos no era necesario. Allí solo se exigía, además de la entrada, una tarjeta identificatoria o pasaporte, además del uso obligatorio de mascarilla.
Por cierto, en todos los estadios se dispuso de un horario determinado para la entrada y salida especificado en el ticket de ingreso. Esto con el fin de evitar las aglomeraciones antes del partido y una vez finalizado el encuentro.
Solo un estadio a máxima capacidad
Otra de las medidas establecidas para evitar al máximo posible los contagios dentro de los estadios fue reducir el aforo de cada recinto La única excepción a esto fue el estadio Puskás Aréna de Budapest que abrió a toda su capacidad, 61.000 personas. Eso sí, para cumplir con esto se exigían una serie de medidas, como certificados de vacunación, test PCR negativos, uso de mascarilla, además de la toma de temperatura de los asistentes.
En el caso de que alguien llegara con fiebre sobre los 37,8°, a este se le llevaría por protocolo a un sector aislado donde se le volvería a tomar la temperatura hasta tres veces más. De no bajar, la temperatura, no se le permitiría el ingreso y entraría de forma inmediata a un aislamiento, siguiendo las recomendaciones de las autoridades.
En el resto de los recintos, cada aforo quedó determinado por las normativas locales. En San Petersburgo y Bakú se establecieron aforos sobre el 50%, mientras que en Copenhague fue autorizado el 73,5%.
Ámsterdam, Bucarest, Glasgow, Roma y Sevilla albergaron entre el 25% y el 45% de la capacidad del estadio.
Múnich confirmó un total de 14.500 espectadores de sus 75.000 butacas, algo cercano al 22% del aforo completo.
El más variable fue el de el estadio Wembley de Londres. En los partidos de la fase de grupos agrupó a 21.500 aficionados por partido. Para los octavos de final alanzó el 50%, un 75% para las semifinales y la final, algo cercano a los 60.000 espectadores.