Durante años, la profesionalización del rugby chileno fue vista como una ensoñación imposible. Pero estaba ahí, como un germen que se mantuvo y creció, alimentado por la esperanza de alcanzar el ritmo con el que la ovalada crece en Uruguay y Brasil, dos países que invirtien y mucho. Y al fin se viene.
Sudamérica Rugby, por especial encargo de la Federación Internacional (World Rugby), buscando fórmulas para levantar el nivel del deporte en el continente, decidió crear la primera liga profesional. Fueron casi tres años de tirar líneas, para que finalmente este se estrene la Superliga Rugby, algo así como un Seis Naciones, pero compuesto por una franquicia de cada país del subcontinente.
La fórmula para entrar fue distinta en cada país. Muchos buscaron valerse de clubes de fútbol insignes para aportar con sus hinchas en las gradas. Así, Brasil estará representado por Corinthians; Uruguay, por Peñarol y Paraguay, por Olimpia. En todos los casos, los clubes aportaron su nombre y marca, pero no dinero. En Argentina, en cambio, la franquicia fue adquirida por el empresario Fernando Riccomi, quien creó Los Ceibos (la flor nacional transandina). Colombia, con Cafeteros Pro, será invitada para esta primera edición. Chile, en cambio, tendrá una franquicia creada y administrada por la federación. Su nombre será Selknam, como el pueblo amerindio que vivía en Tierra del Fuego. El primer equipo de rugby profesional del país.
El campeonato comienza la próxima semana y se disputará en la modalidad todos contra todos, con partidos de ida y vuelta. Torneo cerrado, sin descensos. Además, el ganador del torneo se enfrentará por la Super Copa Continental contra el campeón de la super Rugby League estadounidense.
"Nos basamos en los selknam porque sentimos que representan las raíces de la Patagonia de Chile. Aunque tenemos a los mapuche, que perfectamente calzaban con nosotros, por su reconocido espíritu guerrero, quisimos destacar a esta cultura", explica Cristian Rudloff, presidente de Chile Rugby. El proyecto tendrá un valor aproximado de $500 millones por esta temporada y contempla un plantel de 35 rugbistas (25 chilenos, además de seis argentinos, dos tonganos y dos fiyianos). En el caso de los chilenos, los sueldos serán pagados por la federación, mientras que en el caso de los extranjeros es la propia World Rugby quien se encargue.
"Los contratos tienen un promedio de 500 dólares por jugador. En verdad, es algo más simbólico, pero nos permite no descuadrarnos con los recursos. Ya tenemos garantizada esta temporada", profundiza Rudloff. Además, el equipo contará con un staff técnico encabezado por el head coach de los Cóndores, el uruguayo Pablo Lemoine, y ayudado por el ex Pumas 7 Nicolás Bruzzone, el Puma de bronce Federico Todeschini y el entrenador de los Cóndores 7 Edmundo Olfos. En total, 16 profesionales.
No fue tan sencillo conseguir los recursos. Además de buscar auspicios, se intentó asociar la franquicia a algún club de fútbol. Y ahí aparecieron tres: Colo Colo, UC y la UdeC. Pese a que las conversaciones avanzaron con el Cacique y los penquistas, finalmente no hubo acuerdo. "Se mostraron receptivos, pero al final no pudimos concretar un aporte. Justo estábamos en negociación cuando pasó el estallido", explica Rudloff.