“El que no salta es un inglés” y el baile de Dibu Martínez recordando los penales ante Francia: la estremecedora celebración de Argentina
El campeón del mundo se mide frente a Panamá en Buenos Aires junto a los miles de hinchas que llenaron el estadio Monumental. La ocasión marca la primera presentación de la albiceleste en su país tras conseguir el título en Qatar.
En Argentina volvieron a jugar en Buenos Aires tras conseguir el Mundial de Qatar. El equipo que dirige Lionel Scaloni, quien hace menos de un mes renovó hasta 2026, preparó una fiesta para celebrar el título conseguido de la mano de Lionel Messi. Panamá, el rival de turno, poca atención generó dentro de los miles de hinchas que llegaron al Monumental de River Plate para festejar a sus héroes.
El primero en saltar al campo de juego fue Dibu Martínez. El guardameta es todo un ídolo en su país luego de transformarse en pieza clave de la corona conseguida en Qatar. Y la gente se lo hizo sentir con un estremecedor aplauso. Dibu solo atinó a mostrar las tres estrellas de la camiseta y a realizar el icónico baile de festejo que realizó cuando Aurélien Tchouaméni falló su penal en la definición desde los doce pasos en la histórica final en Lusail.
Dentro de los futbolistas, los primeros en salir al campo de juego fueron Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Lautaro Martínez y Marcos Acuña. No escondieron su asombro por los cánticos de la gente quienes entonaban “dale campeón” y “el que no salta es un inglés”. Los futbolistas se mostraban atónitos, mientras grababan todo con sus celulares.
A medida que los jugadores realizaban el calentamiento, la pantalla del Monumental repasó la formación de Argentina. ¿Los más ovacioandios? Lionel Messi, Lionel Scaloni, Dibu Martínez y Ángel Di María. Al momento de entonar el himno del campeón de Argentina, el Dibu botó unas lágrimas que fueron captadas por la transmisión oficial del cotejo.
Cabe recordar que en la delegación transandina existía preocupación por el traslado hacia el Monumental. En la memoria de los dirigentes estaba latente la celebración en diciembre cuando las calles de Buenos Aires colapsaron. Sin embargo, más allá que se pensó en realizar el traslado de los jugadores en helicóptero, finalmente se movieron en varios buses pequeños que facilitaron el rápido acceso al reducto de River Plate.
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