Católica lo ha logrado. Con su 15° Torneo Nacional, los cruzados entran en la historia del fútbol chileno como el cuarto equipo que consigue firmar tres ligas al hilo. Hito que llega gracias a una dominación total sobre el resto del medio. Y es que durante todo el proceso en que buscó el tri, la franja no tuvo competencia. Le pasó por encima a todos. Las 50 fechas consecutivas como líder lo demuestran. Hoy se validan como uno de los mejores procesos del balompié criollo.

Tres torneos largos donde los de San Carlos de Apoquindo hicieron gala de una planificación que pocas veces se ha visto en el país. Cada vez que salieron campeones, perdieron a su entrenador, pero eso no le quitó fuerza al equipo. Beñat se fue tentado por los petrodólares tras levantar la primera copa. En su reemplazo llegó Gustavo Quinteros, quien tras abrochar el bicampeonato hizo sus maletas para ir a Tijuana. Pero ahí estuvo Católica, demostrando que el proceso son más que nombres.

Ahora, con el trofeo entre los brazos, la dimensión del logro es aún mayor. Hoy los cruzados se sientan en la mesa de los mejores equipos de la historia de Chile. Hasta hoy solo tres equipos (Magallanes, Colo Colo, dos veces, y la U) habían logrado gritar campeón durante tres torneos consecutivos. Una hazaña difícil y esquiva, que debía esperar décadas para repetirse. En casi 90 años de profesionalismo, cuatro veces se había escuchado corear el tricampeón en los estadios chilenos.

Magallanes fue el primero, pero también el más cuestionado. La Academia dominó el fútbol chileno durante los años 33,34 y 35. Tiempos donde la liga era mucho más desigual y pequeña. Los únicos equipos que en ese entonces podían intentar competir contra los albicelestes eran Colo Colo, Audax Italiano y Santiago Badminton. El resto era casi una humorada.

La dimensión del torneo también era muy distinta. Para el año 33 solo ocho equipos competían en la liga, que tenía una formato de una rueda. Magallanes fue campeón jugando ocho partidos, ya que tuvo que irse a un compromiso de definición tras quedar igualado a los albos. En 1934 el campeonato se expandió y logró tener 12 clubes peleando por el título, pero el resultado fue el mismo. El tricampeonato se cerró en un certamen que contó con la presencia de seis instituciones, en algo que fácilmente se pudo haber llamado grupo y no liga. Ni una pizca de similitud con el formato actual.

Para volver a tener un tricampeón tuvieron que pasar 56 años. En 1991 la realidad del fútbol chileno ya era totalmente diferente. Mucho más moderna, profesional y similar a los tiempos actuales. Fue en ese año que Colo Colo, con Copa Libertadores bajo el brazo, levantó el tri. Los albos marcaron época durante la transición a los años noventa. El equipo liderado por jugadores de la talla de Morón, Dabrowski y Barticciotto fue una locomotora durante esos tres torneos, logrando superar siempre la barrera de los 60 puntos y adjudicándose un un promedio de rendimiento que llegó al 70,37%. Por ese entonces se jugaba un campeonato largo con 16 equipos.

Los albos repitieron la hazaña en 2007. El equipo de Borghi, fue amo y señor del medio local por dos años consecutivos. La modalidad de torneos cortos, le permitió colgarse la medalla dorada cuatro veces en ese periodo. El tetracampeonato es un hito único en el fútbol chileno, marca que Católica buscará igualar este 2021.

La U de Sampaoli también tiene un lugar en el “clan de los tri”. El equipo vertiginoso y ofensivo que logró la Sudamericana, alcanzó la marca de los tres en 2012, también ayudados por el formato de Apertura y Clausura. Ese camino glorioso de los laicos comenzó con el Apertura 2011, en la recordada noche del cotillón.

Ahora Católica tiene su silla en la mesa. Es el cuarto equipo que lo consigue, aunque el quinto tricampeón, y parece tener el plantel y la organización para aspirar a mucho más. Nadie asoma como un rival de peso para la UC. Los grandes coquetean con el descenso y los chicos no tienen el estanque para pelear más de 30 fechas. Si el torneo se extendió hasta hoy, fue porque los cruzados tuvieron un bajón gigante en la segunda rueda. Aún así, nunca perdieron la cima

Hoy Universidad Católica además de conseguir el título, logró sumar una fecha más como líder del fútbol chileno. Son 50, y la 51 también está asegurada. Más que cualquier equipo en la historia del torneo. Un récord que posee por escándalo.

El equipo que le sigue en esa marca solo alcanzó 36 fechas consecutivas. Fue la Universidad de Chile del Ballet Azul durante los años 64 y 65. Así de categórico es lo que está logrando Católica.

La lista de los lideres más extensos la completan Everton de 1952 (33 fechas) y la U en otras dos oportunidades. Primero entre el 65-66 y después en 1999. En ambas ocasiones perdió la punta tras 33 fechas.

Números que dimensionan la campaña que acaba de concluir Católica, una de hegemonía y orden. Llegó siendo el mejor y terminó de igual forma. Una tónica de los últimos años en Chile. Desde 2016 que la UC es el gran equipo del país. De los últimos siete torneos, cinco tienen el nombre de los cruzados grabado. Dominio total en un medio que no muestra relevos o contendores para el equipo de la franja.

Universidad Católica celebra el título, pero también se emociona por lo que significa el mismo. Atrás quedaron los años de burlas virtuales por los segundos lugares y de vivir en la sombra de sus archirrivales. Hoy brillan por luz propia. Se sientan con autoridad en la mesa de los grandes y muestran los números. Esta Católica es uno de los mejores equipos de la historia del fútbol chileno.