El timorato libreto de Martín Lasarte le vuelve a pasar la cuenta a la Roja. Tal como en Ecuador, en el duelo en que la Roja jugó casi 20 minutos con un jugador más, y Machete no se atrevió a golpear el tablero para ir a buscar el partido, el Equipo de Todos sufrió frente Colombia desde que sonó el pitazo inicial. Los primeros 45 minutos fueron un infierno para el bicampeón de América. El exDT de la U y la UC regaló la primera parte del duelo.
Es que la apuesta del técnico uruguayo falló desde el principio. Las pocas ganas de ir a buscar el partido y conformarse con el empate eran evidentes. Salió a defenderse desde el minuto uno, con solo un delantero en la papeleta. Ni siquiera la lesión de Charles Aránguiz, quien fue a la banca por sus dolencias físicas, le abrió el apetito al DT de Chile por apostar por un delantero más. En su reemplazo ingresó Claudio Baeza, un volante más de corte y menos vértigo que el futbolista del Leverkusen.
Las ganas de Iván Morales, quien se cansó de buscar paredes con el indefenso y errático Meneses, a quien sus compañeros lo retaron por sus constantes errores al momento de entregar el balón, no sirvieron de nada. Colombia, de entrada, entendió que con su velocidad y ganas de ir a buscar el partido le bastaría para hacer ver mal al Equipo de Todos.
En el inicio, la Roja se vio mal en todas las líneas. Lasarte, en la banca, con la camisa transpirada, seguramente por el calor y la angustia de ver a Chile volviendo a las exhibiciones de 20 años atrás, de esas que la generación dorada no está acostumbrada, intentaba dar instrucciones a sus futbolistas. Poco le escuchaban, o quizás no le entendían, pues el equipo de Reinaldo Rueda superaba a la Selección en todas las líneas. Cuadrado y Quintero se turnaban para hacer ver mal a Gary Medel y Paulo Díaz, quienes eran superados cada vez que les echaban a correr el balón.
Lasarte no se atrevió a mover el esquema durante el primer tiempo. Ni siquiera el gol anulado a los tres minutos, ni los dos goles con casi tres minutos de diferencia, lo alteraron. Siguió con su libreto y, por ayuda del palo y la mala puntería de los atacantes cafeteros, la Roja no se fue sentenciada en el primer tiempo.
Durante la segunda parte, Lasarte movió las fichas. Y fue suficiente para inquietar a Colombia. Las ganas de ir a buscar el descuento, que a esa altura ya era una obligación por el resultado del primer tiempo, se notaron.
Los cambios fueron decisivos. Se retiraron Morales, Díaz y Baeza. En su reemplazo ingresaron Jiménez, Núñez y Aránguiz. Este último hizo la diferencia desde el primer minuto. De la mano del Prínicipe se vio un Chile más agresivo. Su sola presencia en el campo le permitió a Pulgar soltarse más en el mediocampo y la Selección comenzó a inquietar al público local, que reprochaba a su equipo con pifias. Todas estas recriminaciones se vieron multiplicadas con el gol de Meneses, a los 56′.
Chile siguió atacando. Remates de Vidal y Pulgar inquietaron a Ospina. Sin embargo, un contragolpe de Colombia, a los 75′, le valieron a Díaz para cerrar el partido y liquidar a la generación dorada.
Lasarte regala el primer tiempo. No se atrevió a ir a buscar a Colombia en su casa. Tal como ocurrió con Ecuador, en Quito, Machete quiso asegurar un duelo en el que la Roja dejó la sensación que podría haber ido por más.