La Serie A finalizó pero el trabajo no cesa en el Inter de Milán. Más bien, todo lo contrario. A días de disputar un partido fundamental para la temporada, contra el Getafe por la Europa League, y el trabajo de rearmado de plantel para la campaña que viene (es una buena noticia el inminente acuerdo para la continuidad de Alexis Sánchez), Antonio Conte se desató. Explotó contra la directiva lombarda luego del cotejo ante el Atalanta, hasta poner en duda su continuidad en el cargo.
Aunque no llegó a disputarle el trono del Calcio a la Juventus, el Inter acabó en el segundo lugar, a una unidad de los bianconeros, cumpliendo su mejor temporada de liga en 10 años. El lío es que el entrenador no se tomó bien las buenas críticas públicas de los dirigentes porque considera que no tuvo el apoyo necesario en su primera temporada en la banca y que solo se valora su trabajo cuando la liga se terminó.
“He visto ataques gratuitos contra el equipo y contra mí, y he percibido poca protección por parte del club. Así que estos 82 puntos nos los merecemos los jugadores y yo. Esto es mío, del staff y de los futbolistas”, afirmó Conte. Añadió, sin filtro, munición gruesa hacia los dueños del club: “Habría que hablar con el presidente, que está en China... No me gustan los que se suben al carro, en el carro hay que estar en lo bueno y en lo malo. Lamentablemente, esto en el Inter no ha sucedido. Alguno se sube al carro, pero la montaña de mierda ha caído sobre mí y sobre los jugadores... Cada uno ha mirado por su parcelita, sin protegerme a mí ni a los futbolistas”.
En efecto, el máximo accionista del Inter es el conglomerado chino Suning Holdings Group. El presidente es Steven Zhang, empresario de 29 años, heredero de una gran fortuna. Suning Holdings Group es la mayor empresa minorista de artículos electrónicos de China.
La portada de este lunes de La Gazzetta dello Sport da cuenta del conflicto entre el entrenador y la cúpula, dentro de la que se incluye al director deportivo Giuseppe Marotta, con quien Conte trabajó en la Juventus.
Massimiliano Allegri, hoy sin club tras su salida de la Juventus, es sindicado como el plan B si es que Conte llegase a partir. No obstante, el estratega matizó sus palabras hoy. “Me casé con un proyecto de tres años en Inter y, como siempre he hecho en mi vida, trabajaré duro y lucharé con todas mis fuerzas y con todas mis posibilidades para que este sea un proyecto ganador”, dijo en entrevista con Ansa.