Bryan Rabello, quien vuelve al fútbol chileno como refuerzo de Universidad de Concepción, fue considerado, con toda propiedad, como un niño prodigio. A los 15 años, el 7 de octubre de 2009, debutó por el primer equipo de Colo Colo. Fue en el partido ante Lota Schwager, por la Copa Chile, en el estadio Municipal de Concepción. Hacía un par de años que había llegado a las divisiones inferiores del Cacique. En Macul todos, desde el técnico Hugo Tocalli hacia abajo, estaban convencidos de que estaban en presencia de un nuevo crack. "A la altura de Matías Fernández o de Charles Aránguiz", sentencia, ahora, el técnico argentino a La Tercera, lo que grafica la sensación de que el oriundo de Rengo terminó siendo una promesa inconclusa.
La progresión de Rabello parecía no tener límites. En agosto de 2010, ya con 16 años, una edad igualmente prematura para la máxima exigencia en el fútbol chileno, disputó su primer partido en el Campeonato Nacional, ante Unión Española. La lesión de Macnelly Torres favoreció su inserción. En diciembre marcaba su primer gol como profesional, a Universidad de Concepción. Una lesión de rodilla a fines de 2011 detuvo un progreso que parecía sostenido. Lo tuvo cinco meses fuera. Sin embargo, a mediados de 2012, otra vez tocaba el cielo: le marcó a Universidad de Chile en el Superclásico de junio de 2012, por la ida de las semifinales del torneo.
"Me pareció muy bueno desde que lo vi. Siempre lo quise tener en la Primera. Tenía técnica y pase. Su estilo se parecía mucho al del enganche antiguo. En Colo Colo, todos, y yo también, estábamos convencidos de que iba a ser el jugador que iba a marcar diferencias. Aparte del pase, siempre estaba libre para recibir. Se movía delante de los volantes con una facilidad tremenda. Podía conducir. Ese jugador me entusiasmaba por eso. Llegaba al arco. Marcaba goles", recuerda Tocalli.
Polémica salida
Ese mes termina siendo clave para el futuro del volante ofensivo. No por las consecuencias que haya generado su actuación en el choque ante los azules, sino por la decisión que adoptó en conjunto con AIM, la empresa que lo representa: emigró al Sevilla, en la primera operación controvertida de la firma. Blanco y Negro recibió apenas US$ 400 mil dólares a cuenta de los derechos de formación del jugador, sobre quien ya no solo se tenían altas expectativas futbolísticas. En Macul también giraban a cuenta de un millonario traspaso futuro. En la agencia culparon a los albos por dilatar la firma del contrato profesional del mediocampista. "Queremos aclarar que si Carlos Tapia (ex presidente albo) y Juan Gutiérrez hubiesen llegado antes a negociar con nosotros, Bryan se quedaba en Colo Colo", explicó en su momento Arturo Jiménez, uno de los socios de la firma. Rabello realizó la pretemporada con el primer equipo andaluz y terminó partiendo inicialmente al Sevilla Atlético, el equipo filial.
"Lo que no sé es por qué se fue. No estaba ahí. Pero me hubiese gustado que jugara no menos de tres o cuatro años en Chile, asentándose en Colo Colo. Seguramente en lo económico le fue bien. Me gustaría verlo a la altura de Aránguiz o Matías. Es de esa clase. Eso insinuaba", insiste el técnico argentino, quien algo sabe de talentos jóvenes: acompañó a José Néstor Pekerman en los procesos que terminaron con Argentina campeón del mundo a nivel juvenil en Qatar 1995, Malasia 1997 y Argentina 2001. Como técnico titular de la Sub 20 transandina, ganó el Sudamericano de 2007 y levantó la Copa del Mundo en Canadá, donde chocó con la incipiente Generación Dorada chilena.
En diciembre de 2012 debutó en la liga española de Primera División y en agosto del año siguiente, en la Europa League. En enero de 2014 fue cedido al Deportivo La Coruña, en el que concretó su mejor campaña en Europa. Disputó 19 partidos, 18 de ellos como titular y fue clave para que los gallegos consiguieran el retorno a Primera División. Ni siquiera esos antecedentes convencieron a Unay Emery de que le diera un espacio en el plantel del Sevilla. El Luzern, de Suiza, y el Leganés, de España, fueron sus siguientes estaciones. Las últimas antes del desembarco en México.
Balance con gusto a poco
Claudio Borghi y Jorge Sampaoli lo tuvieron en la mira durante sus períodos en la banca de la Selección. El casildense fue quien lo hizo debutar, en un amistoso ante Egipto. Luego lo utilizó frente a Irak. También lo convocó para los encuentros eliminatorios frente a Colombia y Ecuador, pero no lo ocupó. Con Juan Antonio Pizzi se produjo el estreno oficial: reemplazó a Francisco Silva en los 89' del duelo ante Colombia, por las Eliminatorias para Rusia 2018. En marzo de 2106, alcanzó a estar 48' en el campo de juego frente a Argentina y se lesionó. No pudo jugar frente a Venezuela.
Al fútbol azteca llegó en la temporada 2015-16 para defender al Santos Laguna, en el que jugó 58 partidos y marcó seis goles. En 2017 emigró a los Pumas de la UNAM, en el que registró 36 encuentros jugados y dos anotaciones. Lobos BUAP lo acogió entre 2018 y 2019. En 34 encuentro marcó dos conquistas.
Ese balance deja a Tocalli, su formador más insigne, con gusto a poco, una sensación que muchos comparten. "Si bien ha jugado en Europa, ha hecho una carrera, le faltó aportarle más a la Selección. No sé como habrá estado su cabeza. Yo lo vi muy maduro para su edad. No le pesó haber jugado en Primera. No ha sido un fenómeno, pero no le pesó la responsabilidad. Después, no sé qué pasó", sentencia el entrenador transandino.
Hoy, con 25 años, una edad que aún le permite reflotar su trayectoria, Rabello asume un desafío titánico. El Campanil confía en su talento para reemplazar a Hugo Droguett, pero, sobre todo, como el guía para salir del último puesto de la tabla y evitar el descenso.