Y un día, Charles Aránguiz volvió a vestir la camiseta azul. El volante realizó su reestreno con la U tras once años en el extranjero y fue ovacionado desde que irrumpió en el Estadio Nacional. Esto se acrecentó en el complemento del Superclásico, cuando los equipos salieron por el túnel que viene de los vestuarios. Ahí, el coloso de Ñuñoa aclamó al jugador, que en su primer paso ganó una Copa Chile, un tricampeonato y la Copa Sudamericana.

El oriundo de Puente Alto salió de los camarines dialogando con Marcelo Díaz, su compañero y amigo, desatando la algarabía en el recinto ñuñoíno. Un ídolo regresó a su casa, algo que también fue valorado por el capitán de los azules. “Espero que la gente lo haya disfrutado, es hermoso volver a tocar la pelota con Charles. Feliz de tenerlo de vuelta y esperamos ganar los siguientes partidos”, señaló Carepato tras el encuentro en diálogo con TNT Sports.

Aránguiz se presentó nuevamente ante el público azul y las 45 mil personas repletaron el Nacional. El Superclásico en sí y su relevancia en el contexto actual se sumaron al condimento especial que provocó la presencia del futbolista de 35 años. El empate sin goles propiciaba el marco perfecto para su redebut, pero nada de eso terminó siendo significativo.

Charles Aránguiz y Marcelo Díaz en el Superclásico. Foto: Jonnathan Oyarzun/Photosport.

El partido y la emoción de Aránguiz

El puentealtino mezcló buenas con malas. Por momentos, estuvo lejos de las acciones. Por otros, se logró asociar y resguardó la pelota. Se las arregló para generar buenas jugadas, como el preciso pase a Pons que lo dejó mano a mano y terminó con un débil remate contenido por De Paul. Eso sí, también tuvo dos errores notorios en entregas que terminaron yéndose por la línea de fondo.

En los 45 minutos (oficiales) que jugó, Aránguiz realizó 29 de 33 pases posibles. Solo erró cuatro, lo que le significó un 88 por ciento de precisión. Además, se las arregló para tocar el balón en 39 oportunidades y tener tres recuperaciones. Ganó cuatro duelos de seis, mientras que recibió tres infracciones y cometió dos.

Se vio falto de fútbol, pues no sumaba minutos desde el 30 de junio. Sin embargo, si se pone a punto, su presencia y calidad pueden terminar siendo claves en el esquema de Gustavo Álvarez. “A meter cabeza en la preparación física para estar a tope con los compañeros y ayudar al grupo”, indicó en TNT Sports.

En la parte técnica y táctica, de a poco me he ido integrando con lo que quiere el profesor y tratar de conectarme con mis compañeros. Llevo cuatro días entrenando con ellos, trabajando en todos los puestos para ir conociendo la forma en la que quiere que juguemos. Y después tratar de ayudar desde donde sea. Ahora tenemos otra semana para trabajar y espero, en el corto plazo, estar adaptado tanto en la convivencia grupal como en la parte táctica del entrenador. Siempre ayudando al grupo desde donde sea”, añadió.

También tuvo palabras para su emoción por regresar. “El volver acá, a reencontrarme con el hincha de la U, fue muy lindo, reencontrarme con Marcelo jugando al medio. Fueron sensaciones muy lindas”, señaló el Príncipe tras el partido. “Todo este tiempo que pasó he esperado esto. Más allá de que uno siempre quiere ganar, más cuando se está con esta gente, fue un lindo día para mí”, sentenció