El sacacorchos
La noche del insólito Colo Colo 0, Delfín 2, en la caseta de ADN, Víctor Cruces recordó una frase de Hernán Bolillo Gómez: hay resultados que son saca técnicos. Dos semanas más tarde, Pablo Guede ya no está en la banca alba. El desembarco de Ruiz Tagle tuvo algo que ver, pero la razón de fondo era futbolística. El equipo no despegaba en relación al millón de dólares que cuesta la planilla mensual.
El domingo en Quillota se produjo otro de estos resultados que eyectan a los entrenadores de su puesto. El 6-1 propinado por La Calera a Universidad de Chile no se daba hacía 64 años para los azules. Ángel Guillermo Hoyos culminaba entonces su peor semana desde que llegó a la U. Su decisión de mandar suplentes, improvisar posiciones y, en definitiva, casi entregar el partido, resultó catastrófica. Si sumamos la derrota en el clásico el domingo anterior, donde su equipo se arrugó como un acordeón y la nada ofensiva que le propuso a Cruzeiro el miércoles, en apenas siete días Universidad de Chile tuvo la capacidad de construir su propia crisis. Porque debemos sumar el lío con Jean Beausejour al cóctel. Sólo falta Pepe Yuraszeck dando un cuartelazo y podrían decretar un sólido empate con el mambo de Colo Colo.
Lo cierto es que Hoyos quedó en la plataforma de lanzamiento. Si no tuviera que jugar Copa Libertadores el jueves, de seguro esta semana estaba firmando el finiquito. Pero el duelo en Belo Horizonte le da un margen de vida. Si la U no se trae al menos un punto desde Brasil, difícil que llegue al lunes siguiente.
Un párrafo para la insólita situación de Colo Colo. Los jugadores le pidieron a Gabriel Ruiz Tagle a Héctor Tapia en reemplazo de Pablo Guede. Es decir, Esteban Paredes se lo pidió y el resto asintió. Y Ruiz Tagle, coherente con su anterior trayectoria como presidente de Colo Colo, le hizo caso al camarín y puso a Tapia en la pole position.
Curioso, Tapia el sábado comentó el partido de Colo Colo frente a Temuco para el CDF y una vez terminado éste, entrevistó en directo a Esteban Paredes. Siendo que en las próximas horas se definía su regreso a la banca de los albos. No vamos a pedir normas éticas acá, es decir, comentar con distancia e imparcialidad un partido. Pero uno podría apelar a un mínimo de dignidad y decoro. Mantener cierta distancia. Tapia, para guardar las formas por último, debió inhibirse y pedir otro partido.
El casi nuevo entrenador albo hace dos semanas fue entrevistado por radio ADN sobre la situación de Colo Colo. Sus palabras, excesivamente optimistas con el equipo, sonaron absurdas en ese momento, como si el fútbol fuera pura voluntad y buena onda. Con el paso de los días se entienden: no le hablaba al hincha, sino a los jugadores. Cercano a Leonidas Vidal, y en coherencia con los malabares habituales del cerebro tras el caso Cascadas, parece que Tito manejaba información privilegiada sobre su futuro y el del club.
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