Inglaterra peleará mañana en Samara, ante Suecia, por un puesto entre las cuatro mejores selecciones del planeta luego de 28 años. Y lo hará, aseguran en la isla, gracias a un mensaje escrito en una botella. Al menos eso es lo que se desprende de unas imágenes difundidas por el diario The Sun correspondientes al desenlace del encuentro de octavos de final librado el pasado martes entre el equipo de los Tres Leones y Colombia.
En ellas, el guardameta inglés Jordan Pickford (24) figuraba leyendo con detenimiento unas instrucciones grabadas, presuntamente por el preparador de arqueros del equipo, Martyn Margetson, en un envase de bebida isotónica del que no se separó durante toda la tanda de penales. Y que se obstinó en ocultar en todo momento envolviéndolo en una toalla.
Una suerte de breve guía sobre los potenciales lanzadores del combinado cafetalero que, a juzgar por el resultado de la definición desde los 12 pasos, terminó por surtir su efecto.
Y es que el joven cancerbero, cuyo fichaje por el Everton procedente del Sunderland se convirtió el pasado año en el más caro protagonizado por un arquero inglés en toda la historia (28,6 millones de euros), no sólo logró atajar el quinto lanzamiento de los colombianos -ejecutado por Bacca (el que terminó certificando la clasificación de los europeos), sino que adivinó también la dirección de otros dos tiros, los pateados por Cuadrado, que acabó en gol, y por Uribe, que dio en el travesaño. "Hice muchas investigaciones sobre los lanzadores para empezar y el único que no siguió su camino fue Falcao", explicó, al término del cotejo, el guardameta, sin hacer mención expresa al asunto de la botella.
Sea como fuere, la de Pickford no sería la primera vez en que un portero se detiene a repasar la lección en plena tanda de penales. Hace 12 años, en el encuentro de cuartos de final de la Copa del Mundo de Alemania 2006 entre germanos y argentinos, el entonces arquero del cuadro bávaro, Jens Lehmann, se puso a revisar con total parsimonia dentro del área las anotaciones realizadas en una hoja de papel antes del lanzamiento de un futbolista transandino. Coincidencia o no, Alemania terminó quedándose con aquella llave (4-2).
Pero lo sucedido el martes sobre el césped del estadio Spartak, en donde una gran atajada a mano cambiada de Pickford en el quinto penal acabó por dar a Inglaterra el primer triunfo de su historia en Mundiales en una definición desde el punto de castigo, continúa adquiriendo, con el paso de los días, tintes de auténtica leyenda. Más aún teniendo en cuenta que, según consignan varias fuentes, el seleccionador inglés Gareth Southgate había incluso barajado durante el alargue la posibilidad de dar entrada a Nick Pope en reemplazo de Pickford para enfrentar dicha tanda. Una tanda en la que un mensaje encriptado, ilegible, terminó por marcar diferencias.