Zinedine Zidane parece un tipo tranquilo. Según cuentan quienes conocen la interna del Real Madrid, se mueve por los rincones del Bernabéu sin mayores aspavientos, como si tratara de hacer el menor ruido posible y pasar desapercibido. Al borde de la cancha celebra con tranquilidad los goles de su equipo, casi no gesticula y es lo más lejano a los entrenadores que acaparan cámaras aleteando sobre la línea de la banca. Sin embargo, a la luz de los resultados, es imposible que el francés no llame la atención. Especialmente en la Champions, un torneo que lo está consagrando, a punta de triunfos y copas, como uno de los mejores técnicos del mundo.
Con el triunfo en la ida de la semifinal de Champions ante el Bayern, el Madrid no solo quedó a un paso de la final de Kiev (sería la tercera consecutiva y la cuarta en cinco años). Además dejó a su técnico a un solo partido de igualar el extraordinario récord de Arrigo Sacchi, el legendario DT del Milan, quien a fines de los años ochenta llevó a los rossoneros a quedarse con el bicampeonato de la antigua Liga de Campeones y enrielar una espectacular racha de 11 eliminatorias consecutivas ganadas. Zidane lleva diez. Depende de lo que pase el martes en el Bernabéu ante los bávaros para igualar el registro de Sacchi.
Lo del entrenador francés en Champions es sencillamente extraordinario. Llegó al club proveniente del Castilla en 2015 y en su primera temporada como entrenador de élite se quedó con la orejona tras superar al Atlético en Milán. Al año siguiente volvió a ganar la copa derrotando a la Juventus en Cardiff y convirtiéndose en el primer DT en obtener dos títulos consecutivos de Champions en el actual formato. Este año, merced a sendos triunfos en París (octavos), Turín (cuartos) y Múnich (semifinal), está a un paso de seguir rompiendo récords.
Criticado por la irregular campaña de esta temporada en la Liga, Zidane ha logrado empoderarse merced a su rendimiento en el plano europeo. Intratable a nivel continental, ha sorteado el permanente fantasma de la destitución que ronda en el reinado de Florentino Pérez gracias a la actuaciones de su equipo en Champions, donde parece destinado a seguir marcando época de no mediar una sorpresa del Bayern el martes en Chamartín.