La Calera tiene apoyo sobrenatural. Una planta de ruda al borde de la cancha parece ser un motivo de fortaleza anímica para la escuadra cementera. El otro es la magia, aunque proviene de uno de los suyos que está en el campo de juego. Es Jorge Valdivia quien toma la varita, se transforma en el conductor de los cementeros y los guía al triunfo sobre Deportes Antofagasta por 2-1, que les permite alcanzar a Audax Italiano en la primera posición de la tabla.
A Valdivia le bastan 60 minutos en el campo de juego para regalar calidad. Y para ponerla al servicio de su equipo. Por ejemplo, para iniciar la jugada del gol de Octavio Rivero, con una precisa habilitación para que Matías Fernández termine asistiendo al uruguayo. El resto, lo típico de su repertorio: conducción, bajadas de balón con jerarquía y esos inconfundibles pases entre líneas que llevan su sello.
Inicio complicado
Había comenzado con malas noticias el partido para el equipo de Lucas Marcogiusseppe, pues Salvador Cordero fusiló a Alexis Martín Arias para abrir el marcador con un zurdazo imparable en la media hora.
Sin embargo, los locales conservaron la calma. De la mano de Valdivia, los cementeros asumieron el control del juego y mostraron sus pasajes de mejor nivel. Ahí se generó el gol de Rivero.
A poco de iniciada la segunda fracción, en los 49′, previo error de Paulo Magalhaes en el control del balón, Andrés Vilches sentenció el marcador definitivo y puso a los caleranos en lo más alto de la tabla.