Un año ha pasado desde que la vida de Sergio Agüero cambió para siempre. Una afección cardíaca lo sacó del fútbol competitivo y consagró su vida como influencer en las redes sociales.

Hoy es todo un personaje y la alegría que irradia en sus transmisiones virtuales es demandada por sus excompañeros de la selección transandina. Por lo mismo, Agüero fue invitado al entrenamiento de la Albieleste y los resultados superaron todas las expectativas: por primera vez, todas las cámaras dejaron de seguir a Lionel Messi.

Es que la leyenda del Manchester City se llevó todos los aplausos, ya sea como arquero en una definición a penales, tomando mate en la banca de suplentes o bailando como estrella del pop en los ejercicios previos a la práctica.

Todo comenzó cuando el hombre que graba la intimidad de la concentración argentina, Nicolás Otamendi, lo pilló elongando antes del entrenamiento. “Meté la de Michael”, le gritó con su celular en mano y el otrora delantero del Barcelona comenzó a pararse en puntas de pie, imitando los pasos de Michael Jackson.

Las risas y los aplausos fueron espontáneos y comenzó el show del Kun en la cancha. “Qué hijo de p...”, se rió el defensor del Benfica y se rindió ante la gracia del influencer. El mismo que después se fue dónde estaba el preparador de arqueros Martín Tocalli y una de las figuras de los finalistas, Emiliano Martínez, para “practicar” penales.

Fue allí cuando desafió a Tocalli y a seguir las instrucciones del Dibu. “Aguántalo que le cuesta”, le decía el portero y Agüero le pedía al ejecutor que no lo hiciera quedar mal. Pero el zurdazo terminó en gol y así comenzaron una definición, al más puro estilo mundialero, que terminó con Martinéz preguntado: “Si atajás, ganás, Kuni, ¿no?”. Y por supuesto, salió vencedor.

Por último, y para que sus colegas supieran que si bien su corazón no lo deja competir ni llevarse la Copa del Mundo, aún su talento está intacto. Sergio Agüero se mandó un derechazo de afuera del área que terminó clavada en el ángulo izquierdo del otro arquero, Gerónimo Rulli, y que fue celebrado como si fuera el tanto que le daba la gloria planetaria a los del otro lado de la cordillera.

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