El Sifup se involucra en la disputa entre el plantel de Deportes Temuco y la dirigencia del club, que encabeza Marcelo Salas. La entidad gremial que agrupa a los futbolistas que actúan en el país respalda la denuncia que realizaron los jugadores sureños en relación a las condiciones del viaje a Talcahuano, donde debían enfrentar a Huachipato, por la Copa Chile, entre otras irregularidades, como el retraso en el pago de los sueldos.
Además, anuncia acciones concretas, que irán justamente en el sentido de evitar que se repitan prácticas que consideran atentatorias contra un buen desempeño profesional e, incluso, con la normativa laboral. En ese sentido, anuncia acciones concretas. “Denunciaremos estos hechos ante la Inspección del Trabajo y llamamos al directorio de la ANFP a mejorar los protocolos de fiscalización con sus clubes asociados, para que este tipo de situaciones no sigan ocurriendo en el fútbol profesional”, establece.
Dureza
El Sifup es duro. “Ante la denuncia pública del plantel de Deportes Temuco, por el abrupto cambio en las condiciones del viaje a Talcahuano para enfrentar a Huachipato por la Copa Chile, queremos manifestar nuestro completo repudio y rechazo a prácticas dirigenciales que deberían estar alejadas de la realidad del fútbol profesional, que no hacen otra cosa que denostar a los trabajadores futbolistas y a la propia actividad”, establece en primera instancia.
Luego, detalla los errores en que incurrió la dirigencia temuquense. “El cambio en el itinerario a pocas horas del partido demuestra la visión de los dirigentes del club sobre el proyecto que encabezan, al priorizar la reducción de gastos en perjuicio del bienestar de los futbolistas y los objetivos deportivos. La idea de viajar directo desde Temuco al estadio de Huachipato el mismo día del partido, sin un descanso y alimentación adecuada, no está acorde a lo que requiere un futbolista profesional ni tampoco a lo que demanda la alta competencia”, enfatiza.
Incertidumbre constante
La entidad gremial también avala el reclamo de otras irregularidades, como el retraso en el pago de los sueldos y otras obligaciones. “Nos consta, también, que los futbolistas viven en una constante incertidumbre, generando daños en su salud mental, debido a que el club no cumple con sus obligaciones de pagar en el tiempo acordado los arriendos donde viven, por lo que están con el temor de ser echados de sus viviendas. Además, los dirigentes tienen normalizado pagar las licencias y exámenes médicos fuera de plazo, generando un estado de preocupación constante entre los miembros del plantel profesional”, acusa.
Hay más, incluso a nivel de divisiones inferiores. “Expresamos nuestra preocupación por las condiciones en la que se encuentra la casa de los jugadores juveniles, pues no cuenta con las condiciones mínimas de bienestar que debe entregar, dañando la dignidad humana y profesional de los jugadores que están en formación”, especifica.