La designación de Brasil como sede de la Copa América genera inquietud. Las cifras de contagios y muertes en el país más grande de Sudamérica provocan una natural alarma entre quienes están, directamente o no, involucrados con el torneo continental. Sobre todo entre los futbolistas, quienes deberán asumir el riesgo de protagonizar el certamen en un país duramente golpeado por la pandemia.
El Sifup, por ejemplo, pone la voz de alerta. “Una pandemia descontrolada y constantes protestas contra el gobierno, constituyen un escenario preocupante para la realización de eventos deportivos. Nos pusimos en contacto con FIFPro y les manifestamos nuestra preocupación y alarma por la confirmación de la Copa en Brasil”, expresa, a través de su cuenta en Twitter, la entidad que preside Gamadiel García, que agrupa a los jugadores de fútbol en el país, entre ellos a los miembros de la Selección que comanda Martín Lasarte.
“La preocupación que hemos manifestado, a través de FIFPro, es que efectivamente se está desarrollando la Copa en un país que tiene una pandemia descontrolada y con manifestaciones. La salud y el trabajador siempre están sobre lo económico y, en este caso, lo que queremos es que los protocolos, los controles, la burbuja sanitaria, se puedan controlar de la mejor manera. No era el mejor escenario. Entendiendo que los países organizadores eran Argentina y Colombia, debió respetárseles y haber pospuesto el torneo hasta que ellos pudieran realizarlo”.
Protocolos exigentes
“Hay momentos y momentos. Más que sacar un provecho, hay que sacar lecciones de lo que está pasando. La Conmebol toma decisiones sin consultar”, insiste García.
El Sifup ya discutió la situación con algunos jugadores de la Roja. “He hablado con los seleccionados, planteándoles a algunos el tema de poner una declaración de principios por lo que está ocurriendo. Nosotros queremos que se desarrollen los campeonatos, pero con seguridad para lo trabajadores. Poner al trabajador sobre lo económico. El fútbol se ha podido desarrollar en el mundo, porque los controles son estrictos. Uno esperaría que siga siendo de la misma manera. Por eso el llamado es de preocupación para que se pueda desarrollar, realizando controles de manera efectiva. No estamos en contra de la Copa América, sino a que los criterios y protocolos se cumplan a cabalidad”, sentencia García.