El silencioso trabajo de Fernando de Paul para adueñarse del arco de Colo Colo

Fernando de Paul
Fernando de Paul ha sido uno de los jugadores destacados de Colo Colo en esta primera mitad del año. Foto: AGENCIAUNO.

El portero argentino nacionalizado chileno es titular indiscutido para Gustavo Quinteros tras el episodio de indisciplina de Brayan Cortés. Con bajo perfil, el Tuto se ha mantenido al margen de la polémica y ha justificado en la cancha la decisión del técnico.



El 23 de abril fue la primera vez que Fernando de Paul tomó la titularidad del arco de Colo Colo en un partido del Torneo Nacional. Ese día el Tuto cumplió una sólida actuación ante Palestino y le dio la razón a Gustavo Quinteros al respaldarlo en el pórtico. Lo que en un principio se pensó que respondía a una rotación por la gran cantidad partidos en todos los frentes terminó destapando una grave situación de indisciplina de Brayan Cortés, hasta entonces inamovible y vicecapitán del equipo.

La conducta del iquiqueño, quien ingresó a una persona no autorizada a la concentración del equipo, quebró la confianza con el cuerpo técnico, que se arriesgó a dar un golpe de timón, pero con un riesgo controlado, sabiendo la calidad del meta que llegó este año para el pelear el puesto. Desde ese momento, el DT optó por el exarquero de Universidad de Chile, quien ha tenido valiosas actuaciones. A partir de ahí, en el plano local recibió cuatro goles en cinco partidos y en el internacional encajó tres tantos en dos encuentros.

Ni siquiera la expulsión del santafesino tras un error de Falcón ante Monagas puso en duda su estelaridad. Ya que si bien Cortés volvió al arco ante Boca Juniors, siendo gran figura, el DT siguió manteniendo su decisión y sosteniendo a De Paul.

Para el meta argentino nacionalizado chileno, la situación no es nueva. La vivió en San Luis de Quillota, equipo al que llegó muy joven y donde le arrebató la titularidad al experimentado Fabián Moyano, quien además tuvo algunos problemas con la dirigencia. El resto sería historia: se convirtió en uno de los ídolos más grandes de los canarios y hasta una de las tribunas del estadio Lucio Fariña lleva su nombre.

Quienes lo conocen lo describen como “un tipo muy estratégico e inteligente”. En general se muestra de bajo perfil, pero en los clubes donde ha estado lo definen como muy trabajador, con gran nivel de concentración y que es capaz de empoderarse del arco una vez que aprovecha la oportunidad. En ese sentido, a pesar de no ser extrovertido, tiene un carácter de liderazgo. Esto no solo le permitió quedarse con la titularidad en esos planteles, sino que también llegar a ser capitán. Eso sí, a veces el exceso de temperamento le pasa la cuenta, ya que generalmente suele molestarse mucho cuando las cosas no funcionan.

Un ejemplo claro de eso fue lo vivido en Universidad de Chile, donde llegó en 2016 para ser el suplente de Johnny Herrera. Después de tres temporadas en el banco y malas campañas, el Tuto se quedó con la titularidad y también tuvo que enfrentar el rechazo inicial de una hinchada, que veía cómo uno de sus grandes ídolos terminaba relegado al banco de suplentes. Luego, terminaría portando la jineta. Eso sí, su paso por los azules no fue del todo feliz, y a fines de 2021 cerró su estadía en el club estudiantil tras no renovar el contrato.

La valla alba y la Roja

En Colo Colo también se le reconoce por su bajo perfil, aunque igualmente se da tiempo de conversar con los compañeros más jóvenes y aconsejarlos. A los 32 años, su experiencia y recorrido le dan cierta impronta en ese sentido. Además, esa misma experiencia le ha permitido tomarse con calma esta titularidad. “Competir con Brayan es muy bueno porque sigo creciendo, es una competencia sana y qué mejor para el grupo que en cada puesto se compita de buena manera. Hoy me tocó ser titular a mí, pero tengo que trabajar a partir de mañana para seguir teniendo una posibilidad. Es importante que haya una competencia entre nosotros para que a Colo Colo le vaya mejor”, expresó recientemente al ser consultado por esa disputa interna.

De todos modos, De Paul sabía que llegaba a Colo Colo a pelear un puesto con Cortés y también para volver a tener una oportunidad en la Selección, donde ya fue convocado en el inicio de la era de Eduardo Berizzo. “Para eso se preparó”, dicen en su entorno. De hecho, cuando defendió a Everton en el torneo pasado, fue la segunda valla menos batida, precisamente después de la del Cacique, por lo que ya se aventuraba que la disputa iba a ser ardua. Justamente, esa experiencia hizo que el gerente deportivo Daniel Morón y Gustavo Quinteros insistieran en conseguir su fichaje.

En el Cacique ha mantenido su estilo sobrio, pero con la salvedad de que se le ha visto jugar algo más adelantado, con el objetivo de sacar al equipo del fondo y seguir en esa sintonía de proponer que exige entrenador del cuadro popular, algo que seguramente volverá a mostrar esta tarde (19.00) frente a Unión La Calera. Con Cortés marginado por un estado febril, Fernando de Paul seguirá custodiando el arco de los albos.

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