Todo buen ciclo alcanza su final. En el caso de la Generación Dorada, el tiempo no ha dejado indiferente a sus principales pilares. Los jugadores chilenos que otrora eran los protagonistas de millonarios traspasos, han tenido que resignarse a una estabilidad económica y deportiva para el futuro, en sus respectivas carreras.
Todos con 33 años o más, han visto como el tiempo ha hecho mella en su rendimiento. Las lesiones se han multiplicado y el fracaso de no llegar a una segunda Copa del Mundo ha sido un duro golpe para un deporte como el fútbol, que vive tanto de los éxitos.
Aún queda un toque de Maravilla
Todo pasó muy rápido en la carrera de Alexis Sánchez. Era 2006, el tocopillano tenía solo 16 años cuando, poco después de debutar como profesional en Cobreloa, el talentoso atacante fue vendido al Udinese italiano, en una cifra cercana a los 2,8 millones. De ahí partió cedido a Colo Colo y River Plate, donde sufrió un esguince de tobillo que lo llevó al quirófano en 2008. Un par de meses después, el club friulano decidió hacerlo debutar en la Serie A, donde cumplió tres temporadas en ascenso.
Suficiente para que Josep Guardiola lo pidiera expresamente para el Barcelona, pese a la concurrencia de la Juventus y el Manchester United, club que también lo vio in situ en la pequeña localidad del noreste de Italia. En 2011, el cuadro culé se comprometió a pagar cerca de 52,5 millones de dólares por su pase, de los cuales más de 30 fueron fijos y el resto en variables.
Después de tres años en los que se vio opacado por la presencia de Lionel Messi y luego Neymar (llegó en julio de 2013), el Niño Maravilla decidió aceptar la oferta de Arsene Wenger para llevarlo al Arsenal, después de Brasil 2014. Con los Gunners, que pagaron US$ 42 millones, el chileno vivió sus mejores años en el fútbol, con un peak de 30 goles y 18 asistencias en la temporada 2016-17. El City estuvo a un paso de llevarlo en agosto de ese 2017, pero fue el Manchester United de José Mourinho el club que lo compró en enero de 2018. En temporada y media con los Diablos Rojos, la irregularidad y las lesiones (estuvo 139 días fuera) mermaron su rendimiento,
En 2019, tomó la decisión de llegar a Inter, pero nunca pudo consolidarse como titular en tres temporadas. Tuvo que pasar otra vez por el quirófano, a finales de 2019 por una lesión del tendón peroneo. En total, se perdió 330 días con los lombardos, casi un año.
Ahora, con el pase en su poder, el goleador confirmó que está completamente vigente (9 goles y 5 asistencias en la última temporada) y busca un destino para firmar su último gran contrato.
Pitbull por un año más
Gary Medel pertenece a la misma generación que Sánchez. Ambos destacaron en ese ya lejano 2007, cuando fueron terceros en el Mundial Sub 20 de Canadá. Pero solo en 2009 pudo dar el salto a Boca Juniors, cuadro que pagó un préstamo de 350 mil dólares y una opción de compra de 1,6 millones por la mitad de su pase.
El Pitbull no demoró en ganarse el cariño de los hinchas xeneizes y una gran vitrina que lo llevó al Sevilla de España, que compró su pase en dos cuotas, a partir de enero de 2011. Con el elenco andaluz jugó casi todos los partidos (94%) y en julio de 2013 dio el salto a la Premier de Inglaterra, luego de que el Cardiff City comprara su pase en US$ 15 millones.
Estuvo solo una temporada en Gales, ya que el Inter de Milán adquirió su carta en 12 millones. Tres años estuvo en la Capital de la Moda, donde sólo faltó 10 partidos por lesiones. Jugó en todas las posiciones de la defensa y en el mediocampo. La llegada de Luciano Spalletti a la banca lombarda coincidió con su partida al Besiktas de Turquía, donde estuvo dos años.
El Bologna pagó 2,2 millones por su pase, a mediados de 2019. Después de una temporada regular y otra pésima, el jugador de Conchalí se afianzó como pieza clave en la última temporada. El club emiliano extendió su contrato hasta junio de 2023, cuando ya tenga 35 años.
El Rey busca un nuevo trono
Arturo Vidal se fue muy joven de Chile. En abril de 2007, cuando aún no cumplía los 20 años, el director del Bayer Leverkusen, Rudi Völler, lo vino a buscar a Santiago. En julio de ese año, ya con 20, se fue al club alemán, el que pagó US$ 7,7 millones por el 70% de pase del volante.
En cuatro años, el mediocampista solo faltó a ocho convocatorias por lesión. Pero el jugador estaba para dar un salto mayor. En julio de 2011, después de la Copa América de Argentina, la Juventus acordó pagar poco más de 19 millones de dólares por el pase del jugador.
Fue líder y caudillo en la Vecchia Signora durante cuatro temporadas en las que logró 48 goles, 25 asistencias y un promedio de 74% de minutos jugados. Ni siquiera la operación de meniscos, en mayo de 2014, impidió que el de San Joaquín jugara su primer Mundial en Brasil 2014.
En julio de 2015, el Bayern Münich pagó 42,5 millones de dólares por el chileno, donde tuvo dos torneos muy buenos (‘15-’17). Pero en su tercero, una nueva lesión en una rodilla que lo hizo pasar por el quirófano otra vez mermaron su rendimiento, tras quedar 123 días fuera de la disciplina del equipo.
En julio de 2018, tenía todo listo con el Inter, pero el Barcelona se adelantó a la jugada y se lo llevó por 22 millones de dólares. A España llegó a ganarse un puesto y lo logró, a punta de esfuerzo y goles. En septiembre de 2020, tras el doloroso 8-2 que le propinó el Bayern a los blaugrana, el King salió, ahora sí con rumbo al cuadro de Milán.
Dos temporadas mediocres, con un tercio de los minutos jugados de los posibles del equipo italiano, pusieron al volante en la puerta de salida. La misma que se hará formal después del 30 de junio, pese a la opción de una tercera por contrato. Hoy, el jugador cavila entre la exigencia de Flamengo o los millones de Qatar.
El capitán en la cuarentena
Los clubes coinciden en que el puesto más complicado para exportar, ese es el de arquero. Claudio Bravo rompió ese paradigma cuando, a mediados de 2006 y con solo 23 años, la Real Sociedad se comprometió a pagar a Colo Colo US$ 1,2 millones por el 75% de su pase.
En su primera temporada con el club donostiarra estuvo los primeros seis juegos como suplente. A partir de la séptima fecha, el de Viluco se tomó el arco del equipo de San Sebastián y no lo soltó nunca más en ocho temporadas, en las que sólo falló a 16 convocatorias por lesión. Estuvo tres temporadas en la segunda categoría (‘07-’10), pero Barcelona nunca lo perdió de vista. Juan Carlos Unzué, ex ayudante de Luis Enrique en el cuadro culé, lo buscó en 2011 y, en medio de la Copa del Mundo de Brasil, el equipo catalán logró comprarlo en 16,3 millones de dólares.
En la Ciudad Condal estuvo dos temporadas, ya que Josep Guardiola decidió pagar 23 millones para llevarlo al Manchester City, sobre todo por sus condiciones de arquero moderno y su capacidad para jugar con los pies. En su primer año jugó 22 de los 38 partidos de la Premier y cuatro de los ocho en Champions. En el segundo año en los Ciudadanos perdió el puesto con el brasileño Ederson y luego sufrió una rotura del tendón de Aquiles, que lo tuvo sin jugar desde agosto de 2018 a mayo de 2019. En el curso ‘19-’20 disputó 17 de 58 juegos y en julio de 2020 se marchó al Betis.
Con el cuadro andaluz ha logrado cierta regularidad, pero las constantes lesiones musculares le han restado de 21 convocatorias en dos años. Pese a ello, Manuel Pellegrini lo tiene como fijo por su capacidad y liderazgo. Con 39 años, extendió su contrato con los verdiblancos hasta junio de 2023.
Los problemas del Príncipe
Charles Aránguiz tuvo un inicio más irregular. Surgido de las inferiores de Cobreloa, su principal aval fue el técnico Hugo Tocalli, quien primero lo llevó a Colo Colo (2009) y luego a Quilmes de Argentina (2010). En enero de 2011, la U hizo un negocio redondo tras adquirir la mitad del pase del puentealtino en solo 600 mil dólares, mientras que el otro 50% quedó en manos del Udinese de Italia.
Bajo la tutela de Jorge Sampaoli, el volante sacó su mejor rendimiento. Ganó tres títulos nacionales y la Copa Sudamericana de 2011. En diciembre de 2013, el elenco italiano adquirió la otra mitad del pase del Príncipe en 2 millones de dólares, que llegaron a las finanzas de Azul Azul.
En enero de 2014, el futbolista se marchó a Inter de Porto Alegre y en seis meses el club gaúcho compró su pase en 8 millones de dólares. Solo alcanzó a jugar un año y medio con O Colorado. En agosto de 2015, Bayer Leverkusen se llevó al mediocampista previo pago de 14,9 millones de dólares, pese a que Leicester City de Inglaterra ofrecía casi 20.
Nada más llegar a Alemania sufrió la rotura del tendón de Aquiles del pie izquierdo. Una lesión que lo obligó a pasar por el quirófano y que lo tuvo más de 200 días fuera de las convocatorias. En las dos temporadas siguientes se convirtió en el líder de la mitad de cancha del equipo germano, tanto que apenas faltó a cuatro convocatorias por problemas físicos.
En la temporada 2018-19 volvieron las lesiones. Esta vez fue una rodilla la que lo dejó sin jugar hasta la undécima fecha. En el torneo siguiente, el jugador sufrió una fisura en el pie derecho y una rotura fibrilar, que lo dejaron, en total, más de dos meses sin vestir de corto.
Pese a la intención de regresar a Sudamérica, el club logró convencer a Aránguiz para que extendiera su contrato en 2020, un nuevo vínculo que lo tendría en Renania del Norte-Westfalia hasta junio de 2023. Sin embargo, en la ‘20-’21 estuvo tres meses fuera por una lesión muscular. En la ‘21-’22 continuaron los problemas, esta vez un problema en la pantorrilla y otro estiramiento muscular impidieron que jugara otros tres meses, entre finales del año pasado y comienzos de este. Dificultades que, incluso, lo dejaron al margen de importantes partidos de la Roja.
Y aunque los medios germanos hablaban de prescindir del jugador, recientemente fue Rudi Völler, director de Bayer Leverkusen, quien aclaró que el chileno finalmente cumplirá su contrato cuando ya tenga 34 años.