La ilusión de Mauricio Molina de clasificar a la final del BMX Racing duró escasos segundos en el velódromo Saint-Quentin-en-Yvelines. Y terminó de una forma abrupta, pues a poco andar sufrió una dura caída tras impactar levemente la rueda del colombiano Diego Arboleda tras ejecutar un salto con la bicicleta. El roce lo desestabilizó y terminó en el suelo con bastante dolor.
La caída obligaba al chileno a jugarse al máximo sus remotas opciones en las dos carreras siguientes, pero con la desventaja de no haber podido sumar en la primera. Sin embargo, las noticias no fueron las mejores, pues de acuerdo a lo confirmado preliminarmente por la organización, sufrió una fractura de clavícula tras la caída, quedando sin ninguna opción de participar en el resto de la competencia.
Fue trasladado a una centro asistencial en la misma sede del BMX en la capital francesa, en donde está siendo sometido a diversos exámenes, para luego ver el tratamiento a seguir. “Lamentablemente eso termina su participación, se activaron los protocolos del Comité Olímpico Internacional para este deporte, por lo cual el personal médico se lleva a Mauricio, junto con el doctor Salazar del Team Chile. La magnitud se sabrá en los próximos minutos. En términos de salud está bien, pero está achacado”, expresó José Antonio Giordano, gerente de Comunicaciones del COCh.
La ilusión previa
En la víspera, el chileno había logrado meterse en las semifinales tras ser tercero y tomar uno de los cuatro cupos que entregaba la The Last Chance, la instancia de repechaje que se desarrolló el jueves. Eso le permitió ingresar al grupo de los 16 mejores, en su debut en los Juegos Olímpicos.
“En la final cualquier cosa puede pasar, es matar o morir. Es una final que se define en treinta segundos así que estamos ahí. Es algo accesible, hay que seguir soñando en grande, pero vuelta a vuelta porque esto se en el momento aquí y ahora. Mañana (hoy) hay que darlo todo”, había comentado en la víspera, luego de obtener la clasificación a las semifinales.