Ni en sus mayores anhelos, Francisco Pinto (48 años) soñó con llegar al lugar que hoy disfruta. Ya son nueve años los que el chileno lleva vibrando cada día al ritmo del mejor básquetbol del mundo. Mezclado entre la élite, el nacido en Concepción trabaja siendo el analista oficial de Los Angeles Lakers para el mercado latino de Estados Unidos, es decir, la voz en español de una de las franquicias más exitosas en la historia de la NBA.
“Es casi un imposible lo que me pasó en la vida y no hay día que lo dé por descontado. Jamás he pensado que soy el mejor o que esto me pasa porque me lo merezco. Trato de mantener la autoadulación alejada de mi vida, porque me doy cuenta de los afortunado que soy”. Así describe Francisco su felicidad, pues desde 2011, tras 16 años viviendo en Norteamérica, se convirtió en analista en las transmisiones oficiales del equipo por el que han transitado parte de los mejores jugadores del planeta cestero.
Hoy, Francisco está todo el día viendo lo que sucede en la Burbuja de Orlando, donde la NBA está terminando la temporada que cortó el coronavirus. Pasa su jornada viendo al menos tres partidos y comentándolos para la televisión. A veces lo hace desde su casa, en Los Ángeles, donde montó su propio estudio. Y otras, cuando juega su empleador, los Lakers, que debe moverse a la casa de la franquicia.
Pero lo curioso es que el chileno no comenzó en las comunicaciones. Simplemente, se las encontró de frente y no dudó en aprovechar la oportunidad cuando al poco tiempo un canal en California le abrió las puertas. De ahí no paró más y estuvo en grandes citas deportivas, como mundiales de fútbol, distintas ediciones del megaevento que comprende el Súper Bowl y, claro, la NBA.
Francisco siempre estuvo ligado a los deportes. Estudió Educación Física en la Universidad de Concepción, lo que le valió ganarse una beca para seguir su carrera en Estados Unidos. También probó suerte en el fútbol. “Era mi deporte”, dice el chileno, quien participó en las series menores de Deportes Concepción y de la UdeC, pero, de reojo, no soltaba el básquetbol y se hizo árbitro para mantenerse dentro del parqué. Hoy, sin embargo, lo analiza desde afuera gracias a las herramientas que su vida cotidiana le fueron dando.
“Los deportes han sido parte de mi vida desde siempre. La vida es sabia y te prepara de acuerdo con la pasión que demuestras. Desde chico leía deportes y me fue preparando para el futuro, dando vocabulario y memoria fotográfica. Sin saberlo, me estaba preparando para lo que venía”, reflexiona Pinto. “No es solo un trabajo, los deportes son una parte esencial de mi ser. Todos los días tengo que hacer ejercicio; me encanta correr, remar, levantar pesas… Cuando demuestras pasión, las cosas se facilitan”, añade el chileno.
Con su partida a Estados Unidos también vinieron los cambios. Conoció a Rachel, quien se convertiría en su esposa y con quien tiene dos hijos: Sofía (15) y Sebastián (11). Y aunque ya lleva 25 años en Norteamérica, no olvida sus raíces. Es más, la pandemia ayudó a que las comunicaciones con sus padres, amigos, hermana y sobrinos crecieran en estos meses complicados.
La pandemia, según Francisco, además dio un respiro a la ciudad de Los Angeles, que seguía llorando la partida de su gran ídolo, Kobe Bryant. Una figura que el chileno tuvo la fortuna de conocer. “Tuve el privilegio de compartir conversaciones, mesas con él y el tipo era tremendo. Una mente brillante, un competidor difícil de describir”, dice Pinto. “Conocí más a la persona que a la Mamba Negra, es decir, al final de su carrera”, añade el chileno.
El accidente en helicóptero en el que fallecieron Bryant, su hija y el resto de los pasajeros, golpeó a la ciudad. “Fue doloroso. Terriblemente doloroso. Si no fuera por el coronavirus, la ciudad seguiría en shock”, cuenta el nacional. “Nunca en mi vida vi llorar a tanta gente como en las ceremonias y homenajes que le hicieron. El equipo ahora está jugando por él, quieren ganar el título por él. Sería un homenaje a la memoria del competidor más grande que conocí en mi vida”, agrega Francisco.
Hoy los Lakers se juegan el campeonato y hace años que no tenían un equipo que realmente pueda pelear el título. Lo mismo analiza Francisco, quien, de conocer a Kobe, ahora le toca admirar al jugador que, dice, es el híbrido perfecto entre anotaciones y asistencias. “LeBron es el más completo de la historia, pero Jordan se queda arriba”, concluye el chileno.
Así, Francisco vive y respira básquetbol, aunque sin dejar de lado los deportes, puesto que acaba de firmar un contrato con los Chargers, el equipo de la ciudad que juega la NFL, para cumplir labores similares a las que seguirá haciendo con los Lakers. Él, de momento, se mantiene despierto viviendo algo que nunca soñó. Y, agradecido, Pinto sentencia: “Cuando estudiaba en Conce ni siquiera estaba en mi radar, estaba muy alejado de mi universo de sueños. No sé por qué a mí se me presentaron estas oportunidades, pero cuando se presentaron me preparé de la mejor manera posible, tratando de ser profesional, de estar sobrepreparado y tratar bien a todo el mundo, que me ha abierto muchas puertas”.