La dura derrota ante Colo Colo continúa penando en Universidad de Chile. No es fácil sacudirse del golpe psicológico de perder ante el archirrival, una vez más. Al menos, eso fue lo que demostró la U ante Santiago Wanderers, en Valparaíso, donde cayó por 2-1, al ser superada por la escuadra caturra en todas las líneas, sobre todo, en el primer tiempo.
Tal como en el último partido ante Colo Colo, a los azules les pasaron por arriba en la parte inicial. Fue en todos los ámbitos: físico, técnico, futbolístico y táctico. La defensa fue un desastre, empezando por quien era el pilar de la zaga hasta hace poco: Ramón Arias.
El uruguayo, al igual que ante el Cacique, tuvo una jornada para el olvido. Lento, dubitativo, errático. A los 10′ interceptó un cabezazo caturro con la mano, por lo que el árbitro Felipe González cobró penal, a instancias del VAR.
Ronnie Fernández se encargó de ejecutar el lanzamiento y vencer al arquero Fernando de Paul, con un fuerte derechazo rasante. El delantero ha liderado el revivir de los porteños, después del peor inicio de un club chileno en la historia.
Al pésimo rendimiento de Arias se sumaba también el de Osvaldo González, superado constantemente por la rapidez y el despliegue de los volantes locales. Los laterales, Andía y Morales, aportaban muy poco también. Perdían sus duelos por las bandas y no tenían proyección ofensiva.
Cañete intentaba algo, pero era intrascendente en el medio. Y a diferencia de lo bien que ingresó en El Teniente, esta vez Junior Fernandes, que fue titular, no marcó ninguna diferencia y sucumbió fácilmente ante la marca de los verdes. Todo hizo que Larrivey quedara muy solo arriba. El goleador azul, prácticamente, no tocó la pelota en el primer lapso.
Por contraparte, el sacrificio de los pupilos de Emiliano Astorga era destacable. Colistas absolutos del Torneo Nacional y con un plantel infinitamente menor que el de su rival, se las arreglaron para no dejar jugar a los laicos, corriendo cada pelota como la última y con un inspirado Matías Marín, motor del equipo en medioterreno, imparable para Camilo Moya.
Fue el mismo Marín, de 21 años, quien aprovechó la feble resistencia de Rocky para entrar al área, eludirlo y definir a placer frente a De Paul. Era el 2-0 recién a los 25′. Y totalmente merecido.
Mientras la visita no era capaz de inquietar a Mauricio Viana, como si aún no se despercudiera del terror del Superclásico, el dueño de casa pudo aumentar en varias ocasiones. La más clara estuvo en los pies de Fernández, tras un grosero error de Arias, quien jugó hacia atrás para su arquero, pero se quedó muy corto.
En el segundo tiempo, los dirigidos de Esteban Valencia, sin cambios, mostraron más claridad en el mediocampo y comenzaron a aproximarse con peligro al pórtico de Wanderers. Hasta que apareció la mejor carta de la U: Larrivey. El espigado argentino descontó a los 51′ con un precioso taco, tras un centro de Andía, quien por fin se proyectó.
La intensidad del primer tiempo le había pasado la cuenta a los caturros, que ya no podían ejercer la misma presión sobre la salida azul que al comienzo. Cada vez les costaba más llegar a tres cuartos de cancha y ni hablar del arco de De Paul. Había cansancio.
A esas alturas, los libretos ya estaban claros. Mientras la U estaba volcada en ataque, Wanderers defendía con el alma tres puntos valiosos en su sueño por escapar del fondo de la tabla. Aun así, se las arreglaban para aguantar los embates estudiantiles y esbozar uno que otro contragolpe.
El Huevo sacó Moya, Junior y Lobos para meter a Pablo Aránguiz, Nahuel Luján y Gonzalo Espinoza
y así intentar rescatar un punto, pero no pudo. Además, luego de un contragolpe local, De Paul cometió un dudoso penal contra Gabriel Rojas. Eso sí, el meta contuvo el deficiente disparó de Fernández (86′), que fue al medio del arco.
Los siete minutos de descuento provocaron el reclamo generalizado de los más de 5 mil hinchas verdes que llegaron hasta el estadio Elías Figueroa. Los ánimos se calentaron y la U lo pagó caro, con la expulsión de Marcelo Morales por juego brusco, sobre el final.
Gran triunfo de Wanderers, que sigue creyendo en el milagro de salvarse del descenso, tras su cuarta victoria consecutiva. En cambio, durísima derrota de la U, que alarga su sufrimiento tras caer en el Superclásico y ya se empieza a olvidar definitivamente del título.
FICHA DEL PARTIDO
Santiago Wanderers 2-1 Universidad de Chile
S. Wanderers: Mauricio Viana; José Aja, Luis García, Víctor Espinoza; Néstor Canelón (64′, Willian Gama), Martín Villarroel, Matías Marín (83′, Gabriel Rojas), Felipe Alvarado (74′, Kidd Álvarez); Damián Arce (64′, Joaquín Pereyra); Ronnie Fernández, Aldrix Jara (64′, Paolo Guajardo). DT: Emiliano Astorga.
U. de Chile: Fernando de Paul; Yonathan Andía, Osvaldo González, Ramón Arias, Marcelo Morales; Camilo Moya (72′, Gonzalo Espinoza), Sebastián Galani; Franco Lobos (79′, Nahuel Luján), Marcelo Cañete, Junior Fernandes (72′, Pablo Aránguiz); Joaquín Larrivey. DT: Esteban Valencia.
Goles: 1-0, 11′, Fernández, penal (SW); 2-0, 25′, Marín (SW); 2-1, 51′, Larrivey (U).
Árbitro: Felipe González. Amonestó a Marín (SW); Arias, Galani, Morales y De Paul (U). A los 90′+7′, expulsó a Morales, de forma directa (U).
Incidencia: 86′, De Paul (U) contiene penal a Fernández (SW).
Estadio: Elías Figueroa. Asistieron 5 mil espectadores, aprox.