El Superclásico jurídico se define en el TAS: los plazos, millones y formas del último cara a cara entre la U y Colo Colo
Como si fuera una final, habrá un tercer encuentro entre los equipos jurídicos de Azul y Blanco y Negro. Ahora, en un escenario 'neutral': la corte deportiva que funciona en Lausana, para dirimir la contienda. Esa es la última instancia posible.
Deportivamente, no hubo un Superclásico para dirimir al campeón de la última temporada. Los empates de Colo Colo en Copiapó y de la U en el Estadio Nacional, frente a Everton, le terminaron dando al Cacique la 34ª corona de su historia. Los albos celebraron mesuradamente en el norte y se subieron al avión que los trasladaría al Monumental, donde 40 mil espectadores los esperaban para una recepción a la altura. Hubo fuegos artificiales, alegría y, cómo no, dedicatorias al archirrival.
Donde sí habrá un Superclásico será en el TAS. Este lunes, la Segunda Sala del Tribunal de Disciplina ratificó por tres votos contra dos lo resuelto en la Primera: rechazar la denuncia que los laicos habían interpuesto contra los albos por el presunto desacato a la sanción que pesaba sobre Jorge Almirón en el partido frente a Huachipato. El técnico purgaba condena de tres partidos por los excesos que había cometido ante la UC. Los laicos pretendían acreditar que el estratega mantuvo contacto con la banca de suplentes. Al menos en las dos instancias de la corte futbolística nacional, no pudieron conseguirlo. En la Primera Sala, de hecho, habían perdido por 4-2.
Plazos, formas y costos
La decisión azul de ir al TAS es dividida. Había directores partidarios de terminar la contienda en las instancias locales. Sin embargo, pesó más la posición del presidente Michael Clark de persistir en el intento. Correa, ahora en su condición de directorio, fue otra de las voces que hizo sentir la necesidad de pelear hasta el final.
Ahora, la discusión vuelve a ser técnica. En principio, de plazos. Ambas partes esperan los fundamentos del fallo para terminar de definir sus estrategias y argumentos. Hay 21 días desde la recepción para interponer la apelación. Para conocer la resolución (definitiva e inapelable) habrá que esperar un buen tiempo más. Se estima que, perfectamente, puede tardar un año. También se puede pedir un procedimiento abreviado.
Después, se debe cumplir una serie de formalidades que el organismo afincado en Lausana, Suiza, exige para la apertura del respectivo expediente. El primero, es económico. El tribunal solicita un adelanto de los honorarios que demandan los tres jueces que asumirán la revisión de los antecedentes y que, en definitiva, resolverán la controversia. El costo es variable y se estima entre los 45 mil dólares y los 90 mil francos suizos, la moneda oficial del organismo. Vale decir, entre los $ 38 millones y los $ 76 millones.
Decisión y dardos a Milad
La definición en la máxima corte deportiva a nivel mundial era previsible en cualquier caso. Tanto en los albos como en los azules se daba por descontado que el derrotado en la contienda a nivel local recurriría a la instancia definitiva. La duda, en la práctica, era quien ingresaría el respectivo recurso. De hecho, en ambos cuerpos legales, tanto en el estudiantil, cuya cara visible es José Ramón Correa, como en el albo, a cargo de Jorge Carrasco, se había comenzado a adelantar trabajo respecto de las razones que se expondrán en el tribunal que tiene su sede central en Lausana, Suiza.
La U, desfavorecida por las determinaciones de las cortes internas, salió a fijar su postura. “Desde el primer momento que iniciamos este proceso judicial dijimos que no íbamos a descansar hasta agotar las instancias para demostrar que ganar se hace en la cancha y sin trampas. De la misma forma que nuestro plantel lo hizo semana a semana, donde lucharon hasta el último segundo por ganar, nosotros no podemos hacer algo distinto, sabiendo que tenemos la razón”, declaró José Ramón Correa, uno de los abogados que ha representado sus intereses quien, además, es director de Azul Azul.
El profesional ya había instalado una frase. “Cumplir las normas no es ganar por secretaría, es ganar”, había dicho antes del choque en la Primera Sala. Ahora añadió otra: “Dio la impresión que el rival jugaba con más que 11 jugadores. A veces con ayudas externas y otras con un técnico suspendido que hizo trampa”, insistió. También lanzó dardos contra Pablo Milad, quien abogó por una resolución deportiva del torneo. “Él confunde los roles. En algún minuto sostuvo que había que ganar en cancha y no le gustaba lo que estábamos haciendo nosotros y eso es intervenir en decisiones que están sometidas a tribunales independientes de la ANFP. Él deber ser el presidente de todos y no tengo dudas de que lo entenderá, pero me sorprende su mala memoria. Se le olvidó que en el caso Byron Castillo pidió que las instituciones funcionen y ahora pidió que se definiera en cancha”, comparó.
El timonel de la ANFP se molestó y anunció que se exploran distintas vías que pueden desembocar en sanciones. “Nunca es gratis. Ya lo hemos visto en el fútbol. Es atentar contra el fair play. No podemos desconocer que hay errores en los árbitros, pero que ha disminuido. No es algo canalizado hacia una institución. Hemos sido transparentes en todo sentido. Antes se maquillaban los balances. Aquí no hay ningún regalón. El trato ha sido equitativo para todos. Siempre pasa que los que están arriba están hipersensibles y los que están abajo también”, sostiene el jerarca del fútbol nacional en relación a los dichos de Correa y a sus eventuales consecuencias. “Se están evaluando todas esas cosas”, añade en relación a posibles acciones en las instancias que ofrece el fútbol, que han estado en boga en los últimos días. A Marcelo Díaz, otro que se manifestó en el mismo sentido, le exigió disculpas.
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