De película. Así se puede resumir la vida de Dean Karnazes (56 años), considerado por National Geographic y la BBC como un superhumano. Sus condiciones no son normales y eso le ha permitido correr durante tres días seguidos (560 k) sin parar y realizar 50 maratones en 50 días.

"Es muy mental. Siento que mi desarrollo a lo largo de varios años me permitió tener una tenacidad que te hace seguir cuando las cosas se ponen difíciles. En esos momentos agachas la cabeza y dices 'tengo que seguir'".

El gran secreto del atleta reside en que puede controlar la producción de ácido láctico. Cuando una persona normal realiza una actividad deportiva debe parar en algún momento, ya que cuando el nivel de oxígeno baja en nuestros músculos, estos generan ácido láctico que deriva en fatiga, contracturas, etc. En cambio, Karnazes tiene una anormal producción de glóbulos rojos y, por tanto, una gran oxigenación muscular que le permite controlar la secreción de este ácido. Él nunca ha experimentado una fatiga o contractura. "Me han hecho pruebas científicas. Tengo alguna condición genética y química en la sangre que es ideal para runners. Algunas de mis cualidades se han desarrollado por el entrenamiento, pero otras son genéticas".

El punto de quiebre

El estadounidense dejó de correr por 15 años. Cuando cumplió 30, estaba festejando en un club nocturno, tomando tequila y disfrutando con sus amigos. De pronto, salió y corrió 48 kilómetros. Cuando terminó, se dio cuenta de que no sentía cansancio y que sus condiciones no eran normales.

Ese momento cambió su vida. "Cuando entré a la universidad a estudiar negocios, salí con un buen trabajo y tenía una vida ideal. Cualquiera diría que sería feliz así, pero me sentía miserable. No me gustaba en lo que me había convertido. No me gustaba andar de traje, no me sentía natural. Puedes pasar tu vida en ese estado, o hacer lo que amas, aunque sea arriesgando todo lo que tienes. Y elegí arriesgar todo", explica.

Ahora se dedica a pleno al deporte. Ha escrito cinco libros sobre running, todos best seller. Jack McTavish, su entrenador en la escuela, fue su gran mentor. "Era un hombre de pocas palabras. Después de ganar un torneo me preguntó cómo me había sentido y le dije que lo disfruté. Entonces me respondió que, si fue así, no te esforzaste lo suficiente. Debe dolerte a pesar de que ganes. Fueron las últimas palabras que me dijo, pero eso me marcó".

La filosofía de Karnazes se basa en eso, para que toda carrera valga la pena hay que sufrir. "Cuando estamos cómodos no somos felices. Me siento más vivo cuando tengo dificultades, dolores, pero quieres seguir. Ahí batallas contra tu mente, es una especie de lucha interna que quieres ganar. Ves una montaña y dices 'quiero conquistarla, puedo hacerlo'. El cuerpo te pide parar, pero la mente te dice sé fuerte, resiste. Esos son los grandes momentos".

Mañana participará en The North Face Endurance Challenge, que este año celebra su décima edición en Chile y donde correrá 160 kilómetros.