Nació en Mejillones el 30 de octubre de 1942 (cumplió 75 años). En 1955, su familia se trasladó a vivir a Limache y él fue alumno del Instituto Rafael Ariztía, hermanos maristas, en Quillota (allí estudió Rómulo Betta).
Juan Silvestre Álvarez Rubiño, 1,75 metros, 75 kilos, se inició en San Luis (1959 a 1961), pasó a Santiago Wanderers (1962 a 1968), Lota Schwager (1969 y 1970), Deportes La Serena (1971), Palestino (1972), Bolívar, de La Paz (1973), volvió a Deportes La Serena (1973) y a Santiago Wanderers (1974 y 1975) y finalizó su carrera en Unión La Calera (1976).
Con los Panzer dio la vuelta olímpica en 1968, con Lota Schwager la de Ascenso en 1969 y repitió en Palestino 1972, con Rubén Marcos.
El partido inolvidable del Tanque Álvarez se produjo en diciembre de 1961, cuando San Luis goleó 6-1 a Santiago Wanderers en Quillota. "El arquero era Juan Olivares, pero esa tarde jugó Miguel Nasur y convertí tres o cuatro goles. Raúl Sánchez no podía con mi velocidad y fuerza y empezó a insultarme. Le contesté que ni con un cohete en el trasero él podría detenerme… Gracias a esa actuación, poco después Wanderers compró mi pase para reemplazar al centrodelantero, Armando Tobar, a quien vendió a Universidad Católica".
Álvarez respondía al prototipo del delantero que recibía y devolvía golpes en silencio, sin pedir la intervención del árbitro y menos pedir la camilla. Una vez noqueó a Guillermo Yávar, porque el volante de Magallanes le había tocado el trasero. Con el Chita Humberto Cruz, de Colo Colo, sacaban chispas, tanto que Cruz fue sacado de la cancha en vilo absolutamente inconsciente luego de un entrevero. "Fue en el estadio Sausalito, me pegó un cabezazo y me desquité en el próximo partido, en un tiro de esquina", contó el Chita.
En Wanderers halló Juan Álvarez el socio ideal en Ricardo Cabrera, con quien compartiría camiseta también en Lota Schwager y Deportes La Serena. "El entrenador Donato Hernández nos llevaba y pedía a Eugenio Méndez para que nos lanzara centros".
Su mejor recuerdo futbolístico es el título de Santiago Wanderers en 1968. La formación porteña: Juan Olivares; Manuel Canelo, Vicente Cantatore, Manuel Ulloa y Eduardo Herrera; Elvio Porcel de Peralta, Luis Acevedo y Mario Griguol; Juan Álvarez, Luis Córdova o Roberto Bonano o Alberto Ferrero y Reynaldo Hoffman. En la banca: José Pérez.
Álvarez es el goleador histórico de Santiago Wanderers con 84 tantos. "Siempre le anoté a Colo Colo y mi gol favorito fue el de doble paloma en Playa Ancha". Tiró el centro desde la izquierda Hugo Solís, le ganó a Leonel Herrera y la pelota pegó en el travesaño, le volvió a Solís, nuevo centro y otra vez cabeceó de paloma. El arquero era Adolfo Nef. Empate 2-2, dos goles del Tanque y dos de tiros libre de Leonel Herrera y Juan Carlos Orellana (13 de abril de 1975).
A la semana siguiente, Álvarez quedaría en la historia al marcar el primer gol en la primera inauguración del estadio de Pedreros. En el preliminar jugaron Santiago Morning y Santiago Wanderers. "Me la bajó Javier Santibáñez y convertí de cabeza". El arquero era el argentino Hugo Trucchia y luego empató Carlos Arratia. De fondo, Colo Colo y Deportivo Aviación y el gol de Juan Carlos Orellana (20 de abril de 1975).
Álvarez dejó el fútbol en Unión La Calera al ser sancionado con 15 fechas de suspensión por agredir al juez. "Se produjo un tumulto y me empujaron sobre el árbitro, pero jamás lo agredí. La impotencia frente a la injusticia me llevó al retiro".