Nadie en Universidad de Chile quedó conforme con el arbitraje de Héctor Jona en la derrota que sufrieron ante Everton en Viña del Mar. El primer gol de los ruleteros, donde Juan Cuevas acomodó el balón unos metros más atrás de donde fue la falta, y el gol anulado a Cristian Palacios, encendieron los ánimos de las huestes azules. “En la apertura de la cuenta, corren la pelota dos metros hacia atrás y nadie dice nada... La posición adelantada es muy ajustada y nadie la va a ver. Las tarjetas amarillas no son iguales para ellos... en fin, los detalles, los errores de concepto”, disparó el adiestrador de los laicos, Sebastián Miranda.
Luego insistió en los reparos. “Influyen en el juego los errores del árbitro y nos van condicionando. Es notorio como corren la pelota para atrás en el primer gol, luego las líneas que tiran en la posición de adelanto de Ronnie Fernández son muy al límite, las amarillas. Todas esas cosas, más que influir en el resultado, condicionan el juego y eso siempre fue en contra nuestra”.
Miranda abordó los vaivenes de su escuadra, entre los duelos ante La Serena y el que jugaron ante los viñamarinos. “Son partidos distintos de una semana a otra. La Serena juega de una manera y Everton de otra. Para mí, hubo un esfuerzo muy grande de parte de ellos y rendimientos que estuvieron a la altura”. Acto seguido, añadió: “Estoy conforme con la entrega y creo que podemos seguir mejorando, por lo que hoy prefiero rescatar las cosas buenas que hicimos”.
Felicidad viñamarina
En tanto, el héroe de los ruleteros, Lucas Di Yorio, analizó la victoria. “Estoy muy contento, porque necesitábamos el triunfo por lo que veníamos haciendo el campeonato”. “Ellos encontraron la igualdad en el segundo lapso, pero salimos a buscarlo de inmediato y nos quedamos con el triunfo”, prosiguió.