Los coletazos de los graves incidentes que se produjeron antes y durante el partido entre Colo Colo y Fortaleza se siguen sintiendo. El fin de semana, fue suspendido el Superclásico que se iba a disputar en el Estadio Nacional, ante la sospecha de eventuales desmanes, aunque el público albo no podría asistir. Fue la primera muestra de un estado de alerta que ya había provocado un remezón de proporciones: el fin del plan Estadio Seguro.

La U también sintió otro efecto: el partido frente a La Serena fue adelantado en dos horas. Originalmente, estaba programado para este jueves a las 20 horas. Las autoridades determinaron que comenzara a las 18 horas. La molestia se sintió en el club estudiantil y entre sus fanáticos. Varios tuvieron que extremar esfuerzos para llegar al Estadio Nacional en la nueva hora.

El temor llega al Superclásico femenino: restringen aforo para el duelo entre Colo Colo y U

El temor llega, ahora, al fútbol femenino. Este domingo, al mediodía, deben medirse Universidad de Chile y Colo Colo. El partido se disputará en el estadio Bicentenario de La Florida. Las azules comparten la punta del campeonato con Unión Española. Las albas están a un punto de distancia y pretenden borrarlo en esta jornada. El partido será transmitido a través de TNT Sports, en una medida inédita durante la actual temporada.

Las autoridades adoptan precauciones. Finalmente, solo se autorizó un aforo de dos mil espectadores, aunque inicialmente se permitirían tres mil. El nuevo escenario provocó que las autoridades recularan en el permiso. Como en la versión masculina del encuentro, no se permitirá el ingreso de hinchas del equipo popular.

El dispositivo de resguardo se fortalecerá. Aunque la naturaleza del encuentro dista bastante de la relativa a un choque entre ambas escuadras por algún torneo masculino, a la U se le exigió incrementar considerablemente la cantidad de vigilantes. De los 45 que se habían dispuesto inicialmente, se pasó exactamente al doble. Además, se pidió que 30 de esos efectivos sean guardias tácticos. Es decir, los denominados ‘robocops’.