El tenis es uno de los deportes donde más se nota la desigualdad económica. Mientras los miembros del top 100 viven con cierta tranquilidad, los jugadores de rankings inferiores sufren con las escasas bolsas de premios y se las ingenian para buscar puntos en distintos lugares del planeta. Pero la pandemia les ha dejado una realidad negra.

En Chile, la mayoría de los jugadores no lo pasa bien. El panorama se torna crítico a medida que van transcurriendo las semanas. Daniela Seguel, número uno del país y 221 del mundo, lo relata: “No hay ingresos, nosotros vivimos de esto y, al no haber torneos, no hay ingresos. Es complicado que salgan las platas del ADO, porque se hacen con proyectos, donde uno presenta los viajes y los torneos. Y si no hay, se hace difícil. Una de las empresas que me apoya me suspendió el auspicio por tres meses por el coronavirus. Obviamente comprendo que les afecta como empresa. A mí también, porque tengo que seguir pagando alojamiento y entrenamiento en España, donde resido. Me está costando, estoy hablando con mi entrenador y con la gente que vivo. Ya se han bajado los costos y espero que me tengan paciencia, porque no es fácil hacer las transferencias todos los meses”.

Gonzalo Lama (916° ATP) integra el grupo de riesgo de esta pandemia al padecer mal de Crohn. “Tengo que cuidarme mucho y no exponerme”, dice. Pero en lo económico, no enfrenta grandes sobresaltos: “Vivo con mis viejos y eso ayuda mucho, pero pienso en otros tenistas que tienen que pagar arriendo y otros gastos. Más allá de la suspensión del circuito, tampoco hay interclubes, que es la mayor fuente de ingresos de los que no están en el top 100”.

Víctor Núñez, en la casilla 1.497 de la clasificación mundial, sí se ha visto afectado: “Para todos fue una sorpresa. Nunca pensamos que iba a paralizar a los deportistas. Todos los clubes de tenis están cerrados, las academias; todos los entrenamientos están parados y las clases de tenis también. Es súper complicado para todos, porque nadie está generando. Por suerte no tengo grandes deudas que pagar. Tratar de gastar lo menos posible es lo más importante para aguantar hasta que pase todo esto”.

A Alejandro Tabilo (174°) y Tomás Barrios (283°) les dio un respiro su buen comienzo de temporada. “Ellos están sin ingresar mucha plata. Por suerte tuvieron la Copa Davis y con lo bien que les fue a principio de año pueden aguantar un poco más. Pero si esto se alarga mucho, claramente se torna más complejo”, afirma Guillermo Gómez, entrenador de ambos.

En el circuito, los jugadores intentan organizarse. Novak Djokovic, presidente del Consejo de Jugadores, propone que los 100 mejores del mundo en singles y los 20 primeros en dobles contribuyan con un aporte para reunir US$ 1,05 millones para los tenistas con problemas económicos. El desglose sería así: los ubicados entre el 51 y el 100, donarían US$ 5.000; los que están entre el 21 y el 50, US$ 10.000; los del puesto 11 al 20, US$ 15.000; del cinco al 10, US$ 20.000; y el top five, US$ 30 mil.

Academias

Guillermo Gómez, además, maneja la academia Alto Tenis. “Es complicado todo. Tenemos una academia numerosa, así que las obligaciones son grandes. Estamos tratando de cumplir lo que se puede y viendo qué va a pasar. No está fácil, porque no estamos trabajando y no sabemos cuándo vamos a volver. En la academia seguimos haciendo clases a través de videollamadas, teóricas y físicas, y por ahí estamos tratando de cubrir algo. Pero claramente no es lo mismo ni en ingreso ni en entrega de trabajo”, dice.

“Un porcentaje muy alto de los entrenadores que hay en Chile, un 70%, trabaja haciendo clases de forma particular. Hay muchos profes a los que la gente les paga la clase y de ahí sacan para pagar el arriendo de la cancha. Es una actividad informal, que no está sujeta a ninguna ley de salud ni de AFP”, alerta Carlos Pardo, presidente de Anetech, la agrupación de los entrenadores de tenis del país. Y añade: “Hasta el momento cerca de 30 profesores han solicitado ayuda. La Federación nos ofreció $ 500 mil para distribuir. Anetech, por ser una asociación sin fines de lucro, tampoco tiene dinero. Así que nos queda hacer una campaña y pedirles a las empresas y a gente que no le ha ido mal en la vida que nos pueda ayudar. Esto va para largo y ojalá pudiéramos ayudar todos los meses”.

Sergio Elías, presidente de la Federación de Tenis, apostilla: “Estamos gestionando un aporte económico para los entrenadores y también estamos patrocinando otra campaña de ayuda, organizada por Edgardo Chávez”. Este último detalla el contexto: “Es una iniciativa que se llama Tenis por Tenis y decidimos armar cajas de mercadería para los profesores. Todos hemos tenido un profe que nos ha enseñado algo y no nos gustaría que ese profe esté pasando penurias por esta pandemia”, explica. Además, se sumó una tercera cruzada, impulsada por Sergio Rodríguez y Antonio Carreño, que también aspira a colaborar con los profesores.

El mundo del arbitraje también ha sido severamente golpeado con la no existencia de torneos federados ni particulares. “Somos muchos, pero pocos nos dedicamos al cien por ciento a la labor arbitral. En mi caso, dejé de percibir mi sueldo como árbitro de tenis, de pádel y de tenis playa. Me quedé sin todas esas entradas. Los clubes cerraron todo, una cosa inédita en Chile. Soy árbitro de 1989 y jamás me tocó presenciar algo así. Los pasadores, los cancheros, se quedaron sin trabajo. Hay muchos profesores a contrata. Somos varios los perjudicados, es algo complicado y angustiante”, narra Mabel Berríos, una de las juezas de mayor trayectoria del país.

Una de las esperanzas que tiene la mayoría de los jueces es la liberación de algunos pagos pendientes. “Hace pocos días no llegó la documentación de los árbitros y estamos haciendo las gestiones para que el IND entregue esos recursos”, comenta Elías, quien confirma que están buscando que las autoridades agilicen los recursos de Fed Cup y Davis. El timonel de la Fetech también es consejero honorario de la ITF y, como tal, explica la compleja situación del organismo internacional: “Es delicado, porque ellos tienen más de 600 torneos que dejaron de realizar y están recurriendo a fondos de ahorro para afrontar estos meses de dificultades, por lo que se ve difícil que puedan colaborar económicamente”. Y cierra detallando la situación interna: “A los funcionarios les pagamos marzo completo y esperamos cumplir en abril”. El regreso del tenis es incierto y la pandemia está poniendo a prueba una estructura desigual.