El tenis se rinde a su nuevo talento. Carlos Alcaraz (9º) barrió en dos sets al defensor del título Alexander Zverev (3º) por 6-3 y 6-1 y se hizo con el Masters 1.000 de Madrid. Su segundo título de masters en su carrera y el primero en la capital española. En poco más de una hora, Carlitos pudo alzar el título. El de Murcia ahora avanzará tres puestos en el ATP, para colocarse como sexto del orbe.
Eso sí, luego de esta victoria Alcaraz decidió restarse del Masters 1.000 de Roma, en donde debía enfrentar al chileno Christian Garin. De este modo, el nacional deberá enfrentar a un lucky loser de la qualy.
Alcaraz venía de un torneo inolvidable. Para instalarse en la final, tuvo que dar cuenta de Rafael Nadal (4º) en cuartos de final y, en semifinales, de Novak Djokovic, número uno del mundo.
Un recorrido en el que ha sentido el ambiente de la capital española a su favor, la que le mostró su apoyo al que pretende ser el sucesor del legado de Rafa Nadal.
En la Caja Mágica, el primer set partió intenso. De ambos lados la arcilla era testigo de tiros complejos y excepcionales. Luchando y bregando cada punto, ambos tenistas buscaban el desequilibrio. Y el primero que lo logró fue el joven español en el sexto juego.
Ahí, hizo estéril el juego del alemán y no le dejó chance en su juego. Carlitos, como le gusta que le digan, no tuvo piedad y se elevó 4 a 2. Luego, no tuvo problemas para confirmar su quiebre y quedar ad portas de ganar la primera manga. Algo que finalmente consiguió, abrochando, con su saque, el set por 6 a 3.
A esa altura del encuentro, el pupilo que hoy adiestra Juan Carlos Ferrero se estaba mostrando sólido. Ya en la segunda manga, Carlitos siguió su ritmo superlativo. Al español le bastó solo tres juegos para quebrarle al germano y ponerse adelante en el set por 2 a 1.
En tanto, el juego del campeón defensor se mostraba muy errático en España, con muchos errores no forzados. Y, sin muchas complicaciones, el de Murcia pudo confirmar su quiebre, colocándose 3 a 1 en la manga.
Pero no contento con eso, Alcaraz siguió empujando y elevando su nivel. Tanto así que volvió a quebrarle al alemán, esta vez en el quinto juego, para ponerse 4 a 1 en la cancha Manolo Santana. En el juego siguiente, el murciano no tuvo ningún problema para confirmar el quiebre. Al frente, Zverev miraba atónito la anaranjada arcilla, tratando de explicar en su mente cómo dar vuelta un encuentro que a esa altura parecía sentenciado.
La nueva joya del tenis, con 5 a 1 arriba, volvió a pulverizar a su rival, quebrándole nuevamente el servicio a Zverev para hacerse la segunda manga por 6 a 1 y, de pasada, con el campeonato.
Así, Alcaraz confirma en que la etiqueta de promesa ya le quedó corta y hoy su juego es la nueva realidad del tenis. El de Murcia llegó para quedarse.