En la altitud de El Salvador, más cerca del cielo, Universidad Católica se apunó. Repitiendo el paso en falso que tuvo ante Palestino, el equipo de Cristian Paulucci realizó una pobre presentación, siendo superado por el eficiente Cobresal. Luego de un arranque impecable, con tres victorias al hilo, el paisaje se nubló en la precordillera.
La UC llegó al campamento minero sabiendo todos los resultados de la fecha y sabiendo que una victoria le permitiría retomar el liderato en solitario. Sin el lesionado Lanaro, la otra novedad fue la suplencia de Marcelino Núñez, que no anduvo bien con Palestino. En frente, un Cobresal que no había ganado como local en el certamen (derrota con Curicó y empate ante Ñublense). En ese sentido, Gustavo Huerta, como todo un ajedrecista, movió el tablero para “desordenar” al rival. Dispuso línea de tres en el fondo, pobló el mediocampo y apostó por dos rápidos en el ataque (Lezcano y Gaete). Al jugar sin 9, los zagueros contrarios no tenían una referencia. Le resultó.
El arranque del juego asomaba como prometedor para los cruzados, que dominaban el balón. En los 11 minutos abrió la cuenta Juan Leiva, con un remate por bajo tras un desborde de Tapia. La jugada nació por la derecha, con la pasada de Fuenzalida y del delantero juvenil, y terminó por la izquierda, con la aparición del volante zurdo.
Si bien el partido estaba repleto de imprecisiones, en ambos lados, a la UC le sucedió lo mismo que en La Cisterna: después de anotar el 1-0 se fue apagando. Todo eso positivo que aparecía en el inicio, se diluyó. Por contraparte, Cobresal le fue tomando el sabor al duelo.
Un punto de quiebre fue en los 27′, cuando se revisa en el VAR un posible penal por codazo de Asta-buruaga a Gaete. El juez Bascuñán cobra la pena máxima, sin amonestar al zaguero, lo que hubiese significado su expulsión. El Gato Lezcano asume la ejecución y pone el 1-1. No lo celebró por su pasado en Católica. Y al minuto siguiente, en la secuencia venidera, Mesías pone el 2-1 para los mineros, sacando rédito a la pasividad de los estudiantiles.
Una Católica entre extraviada y ahogada solo apelaba a los centros como arma para llegar al área rival. La intrascendencia de Felipe Gutiérrez (titular en vez de Núñez, como interior derecho) condicionaba a la UC. En el ataque, Diego Valencia participaba poco y nada en el juego, mientras a Zampedri no le llegaba una con ventaja y Gonzalo Tapia terminó exhausto al hacer el trabajo de toda la banda. Varias veces terminó cubriendo a Fuenzalida como lateral. El Sub 21 fue sustituido por Buonanotte en el complemento.
Controlar la posesión de balón no va de la mano con un mejor ataque o un dominio abrumador. La Católica tenía la pelota (sobre un 60%) y Cobresal no se complica con esto, porque está dentro de su libreto: ceder terreno para luego recuperar y salir directo de contragolpe. Ya entrado el segundo lapso, ingresó Cecilio Waterman.
El elenco cobresalino fue hábil para atacarle a la UC por las bandas. Fuenzalida y Parot dejaban espacios y aquello lo usó el local para avanzar. En los 66′, casi anotan el tercero con un remate potente que desvió de gran manera Sebastián Pérez. Era el aviso de lo que ocurriría en los 72′. Nelson Sepúlveda hizo el 3-1, empezando a sellar una victoria justa ante un tetracampeón completamente desordenado.
Pese a lo mal que jugaba, Paulucci mantenía la idea: atacar por afuera. Católica no fue capaz de encontrar una alternativa a los centros. Una UC partida, con muchos atacantes pero sin un método, un mediocampo nulo y una defensa despoblada, jugando mano a mano, con el peligro de recibir más goles. Solo las intervenciones del Zanahoria mantuvieron a los cruzados en el juego. En los descuentos, Zampedri se perdió un penal. El corolario de un partido para el olvido.
Desde julio y agosto de 2021 que la UC no tenía dos derrotas consecutivas. En aquella ocasión, con Gustavo Poyet en la banca, fue 3-2 con Antofagasta y 2-1 con la U. De repente, el panorama se nubló en San Carlos de Apoquindo. Mientras tanto, Ñublense mira a todos desde arriba
Ficha del partido
Cobresal 3: L. Requena; S. Silva, I. Villalba, F. Alarcón; G. Pacheco, A. Camargo, C. Mesías (76′, I. Contreras), M. Jorquera; M. González (60′, N. Sepúlveda); J. C. Gaete (71′, O. Salinas) y G. Lezcano (60′, C. Waterman). DT: G. Huerta.
U. Católica 1: S. Pérez; J. P. Fuenzalida, T. Asta-buruaga, B. Ampuero (76′, C. Cuevas), A. Parot; F. Gutiérrez (54′, M. Núñez), I. Saavedra, J. Leiva (76′, C. Montes); G. Tapia (54′, D. Buonanotte), F. Zampedri y D. Valencia. DT: C. Paulucci.
Goles: 0-1, 11′, Leiva, tiro cruzado tras desborde de Tapia; 1-1, 31′, Lezcano, de penal; 2-1, 32′, Mesías, zurdazo bajo; 3-1, 72′, Sepúlveda, cerrando un contragolpe.
Árbitro: J. Bascuñán. Amonestó a Silva, Villalba, Sepúlveda, Salinas (C); Asta-buruaga (UC).
Incidencia: 90′+7′, Zampedri perdió un penal.
Estadio El Cobre. Asistieron 1.000 personas, aprox.
En cursiva, jugadores juveniles.