No se trata de la final del campeonato, pero es como si lo fuera. El que gane no será el campeón inmediatamente, pero se pone en una posición privilegiada rumbo a la corona del fútbol chileno. Los dos mejores elencos del Torneo Nacional, Colo Colo y Universidad Católica, se ven las caras en el Monumental, en un cruce que se anticipa de alto voltaje y de dientes apretados. Quizás no con el lirismo que se espera, pero sí con la expectación de un choque trascendental. Un clásico.
Esta “final anticipada” encuentra a albos y cruzados en un buen momento, de ahí que cualquier pronóstico para esta tarde se hace más incierto. El Cacique llega con dos puntos de ventaja y como el equipo más regular del año, con un funcionamiento que ilusiona a sus hinchas pensando en recuperar el cetro del fútbol local. Y más aún después de una temporada pasada tan estresante por el afán de no descender. En la otra vereda, la resurrección de Católica, de la mano de Cristian Paulucci, le dio un nuevo aire a un plantel de notorios cortocircuitos con Gustavo Poyet, lo que ponía en entredicho la opción del tetracampeonato. Hoy, con una realidad completamente distinta, la UC asoma como el único que puede amagar la ruta de Colo Colo camino al éxito (ante los últimos traspiés de Audax y La Calera, los otros aspirantes).
Como generalmente sucede en partidos de estas características, porque lo que está en juego es muy importante, se comienzan a jugar con anticipación. La previa se hace eterna. Y esta vez no fue la excepción, sobre todo después del discreto arbitraje de Roberto Tobar en el choque de la UC con Wanderers del pasado miércoles. La buena nueva para la visita es que tendrá como estelar a Fernando Zampedri, el goleador de los estudiantiles, tras su absolución. Eso sí, Paulucci no contará con Germán Lanaro, cuya expulsión ante los caturros fue ratificada por el Tribunal de Disciplina. En el local, Gustavo Quinteros tendrá a su mejor contingente a disposición.
Esta definición anticipada (después de esta jornada, quedarán seis partidos por delante) encuentra a viejos conocidos, porque Paulucci fue asistente de Quinteros cuando el argentino-boliviano dirigió a Universidad Católica, en 2019. Este cuerpo técnico ganó dos títulos ese año: la Supercopa y el torneo de Primera División. De ahí que el juego estratégico y táctico genera intriga, por el conocimiento que se tienen ambos. “Conozco muy bien a Católica y sabemos que tienen pocas debilidades. El que se equivoque menos tendrá más posibilidades de ganar”, dijo Quinteros, quien tendrá su primer partido tras renovar su vínculo con los blancos, noticia que fue recibida por los fanáticos colocolinos como si se tratara de un gol.
Dentro de los cuantiosos ingredientes que tiene el clásico, uno que sobresale es que a la UC no le incomoda el recinto de Macul. Saca buenos resultados. De 39 partidos entre ambos en el Monumental, los cruzados ganaron 13. La nueva (y mejorada) cara del tricampeón nacional no solo se refleja en el alza de su juego, sino que además eso conlleva ser el mejor equipo de la segunda rueda. Han sumado 22 puntos, con siete victorias en nueve partidos (todas luego de la salida del uruguayo Poyet). Mientras, Colo Colo es tercero en la segunda mitad del certamen, con 19 unidades. En medio de los dos se ubica Unión Española, con 21.
Como recurrentes animadores del fútbol nacional, son varias las ocasiones en las que albos y cruzados han estado mano a mano para la definición de un título, más allá de finales en la época de los playoffs. En 1954, ambos elencos llegaron a la última fecha (la 33) como primero y segundo, con ventaja de un punto para la UC. Y coincidentemente se enfrentaron en la jornada final. El 9 de enero de 1955, empataron a cero, lo que le dio la corona a la Católica. Una muy recordada, sobre todo desde la vereda franjeada, fue la de 2010. El Colo Colo de Cagna venció 3-2 a la UC de Pizzi y todo parecía indicar que los albos iban directo a ser campeón. Pero ese equipo se cayó y Católica tuvo un sprint final notable. A dos fechas del final, ambos estaban igualados a 68 puntos. Los campeones fueron los estudiantiles.
El Monumental recibe una final, una batalla que puede marcar la definición del campeonato. La defensa menos batida (Colo Colo) versus la delantera más goleadora (la UC). Noventa minutos imperdibles.