Tres años tuvieron que pasar para que regresara a la ciudad puerto uno de sus eventos deportivos más importantes, el Valparaíso Cerro Abajo. En su décima octava edición se repitió la escena del 2019.
Fue una batalla sin tregua por el primer lugar entre el chileno Pedro Ferreira y el checo Tomas Slavík, y sólo milésimas de segundos los separaron, consagrando al nacional como campeón.
El quilpueíno y atleta de Monster Energy logró un descenso perfecto en 2 minutos, 1 centésimas y 95 milésimas, transformándose en el nuevo bicampeón de la competencia. “Estoy muy feliz. Supe manejar muy bien la presión. El título nuevamente se queda en casa, así que orgulloso. Fue una tremenda carrera”, comentó tras finalizar la competencia.
El resto del podio lo conformaron el checo Tomás Slavík que quedó a sólo 0,04 del campeón y quien venía por su revancha tras la caída que en el 2019 lo dejó fuera de competencia; y el alemán Johannes Fischbach, que terminó cuando el cronómetro marcaba 2′19′'27.
Ellos completaron el selecto grupo de riders que se adjudicaron un pase a la final tras las clasificatorias previas, donde de 28 pilotos sólo 16 pasaron a la final. Hubo representantes de Perú, Ecuador, Colombia, República Checa, Suecia, Brasil, Alemania y, por supuesto, Chile.
Un camino complejo
El track de este año, que contó con público limitado en algunos sectores, partió su recorrido en el inicio de la escalera Bocaccio, en calle Carlos Pezoa Veliz. Tras esta sección, los riders cayeron en el techo del “patio de la Señora Sonia”, para continuar en dirección al Hostal Faro Azul, donde los corredores atravesaron por el interior de la casa y cayeron hacia calle El Manzano.
De ahí el descenso prosiguió hasta la Plaza Bismark y la calle Atahualpa, que es una de las más empinadas y sinuosas de Valparaíso. Los últimos metros incluyeron una pasada por un conteiner en Avenida Cumming, para atravesar la famosa Pérgola de las Flores hasta la meta ubicada en la Plaza Aníbal Pinto.