Harold Mayne-Nicholls fue el jefe de la comisión evaluadora de las candidaturas de Rusia y Qatar para los mundiales de 2018 y 2022. En 2013, sugirió que el evento cambiara de fecha. Propuso disputarlo entre mayo y junio. Dos años después, fue sancionado a siete años de inactividad por infringir el Código de Ética de la FIFA. En abril de 2016 la Comisión de Apelación de la FIFA redujo la sanción a tres años. Y en julio de 2017, el TAS consideró la inactividad por dos años como "una sanción apropiada y proporcional".
Según la FIFA, el directivo antofagastino vulneró los artículos 13 (Reglas generales de conducta), 15 (Lealtad), 19 (Conflicto de intereses) y 20 (Aceptación y ofrecimiento de obsequios y otros beneficios) al pedir "favores personales para familiares cuando presidía la comisión de evaluación sin actuar en interés de FIFA".
El dirigente chileno sugirió luego que el castigo podía estar relacionado con su sugerencia contraria a la candidatura. "Coinciden los tiempos. Y ojo, que la acusación la hace Qatar, no la FIFA. Ellos me acusan al fiscal García... Me llegó una carta de la FIFA diciendo que si yo seguía hablando del tema, tendría que atenerme a las consecuencias. Y las consecuencias llegaron", declaró en agosto de 2017 a Qué Pasa.
Dos meses antes, la FIFA hizo público el Informe García, una investigación de 450 páginas que deja rastros de que Qatar se acercó al Mundial 2022 utilizando todo tipo de resortes y prácticas irregulares. Una de sus conclusiones fue la intervención de presidentes de gobierno en el proceso -Sarkozy de la mano de Platini y con el capital del PSG de fondo-, justo el episodio por el que la justicia francesa envió a prisión ayer a Platini.