El error de Emiliano Martínez da la vuelta al mundo. El arquero argentino se transformó en el villano (bien vale la alusión en esta oportunidad) de la jornada por la directa responsabilidad que le cupo en la apertura de cuenta en el duelo entre su escuadra, el Aston Villa, y el Liverpool, por la Premier League.
El error es evidente. Al guardameta se le escapó un balón que un guardameta de su magnitud debe controlar sin mayores inconvenientes. Lamentablemente para sus pretensiones, el costo de un arquero se paga en las redes: en los 2′ del encuentro, el marcador consignó el autogol del guardameta transandino.
El yerro
Un aparentemente insípido centro enviado desde la derecha por Harvey Elliott generó el enredo. El balón golpeó en el defensor español Pau Torres, lo que, evidentemente, descolocó al Dibu.
Sin embargo, más allá del infortunio, hay que mencionar que la reacción del portero, campeón del mundo con Argentina en Qatar 2022, un torneo que lo catapultó a la principal altura de la carrera de cualquier futbolista, fue deficiente.
Martínez intentó reaccionar ante el impacto en su compañero y rectificar la trayectoria de su salida recostándose sobre su izquierda. Sin embargo, en el intento por colocarle las manos al balón, el argentino fracasa rotundamente. Y en lugar de tomarlo, o al menos enviarlo al lanzamiento de esquina, las dos opciones que le habrían evitado el bochorno, terminó impulsándolo al interior del arco. Un papelón.