El tres en raya de Ribera que resucitó a Coquimbo
En septiembre, el entrenador volvió a los piratas para asumir un desafío complejo. Los aurinegros estaban penúltimos. Hoy bajo el 3-5-2 al que muy pocos recurren, vuelan con otra cara. También en la Sudamericana.
A comienzos de septiembre, Coquimbo Unido lo estaba pasando mal. El equipo nortino estaba en el penúltimo puesto de la tabla, lo que llevó a la dirigencia a adoptar medidas drásticas. Abortó el proceso de Germán Corengia y optó por un viejo conocido de la casa. Juan José Ribera había dirigido a los aurinegros entre 2015 y 2017. Como ahora, esa vez le tocó asumir un desafío complicado: mantener a los piratas en Primera B. Lo consiguió. Rangers y Audax Italiano fueron las estaciones intermedias antes del reencuentro. Hoy, los corsarios están fuera de la zona de descenso y este miércoles se medirán con Sport Huancayo en la búsqueda de un cupo en los cuartos de final en la Sudamericana. La tranquilidad ha vuelto e, incluso, la ilusión se abre paso.
Jorge Contador dice que dudaron poco cuando decidieron volver a llamar a Ribera. “El nuevo técnico tenía que ser chileno, porque estábamos en el momento más crítico de la pandemia. Ribera era el que más conocíamos y en el que más confiábamos. Conversamos con otros técnicos también y algunos no estaban al alcance. Hoy estamos convencidos de que fue una buena decisión”, dice el presidente del club coquimbano.
Contador evita el análisis futbolístico, pero se detiene en un par de cualidades del trabajo de Ribera que lo cautivan. “Me gusta su capacidad de trabajo. A las 8.30 ya está en su oficina, planificando, trabajando, preparándose para el entrenamiento. Es disciplinado, está con toda la fuerza de la juventud. Y, además, es un líder innato. Está dentro de sus capacidades. Sabe llevar bien el grupo. Nuestro trabajo es entregarle las herramientas. La parte técnica es manejo absolutamente suyo”, sostiene la máxima autoridad del club.
Motivación y confianza
Sus pupilos destacan la confianza que les ha entregado. “Es un tipo sencillo, con una idea clara. Da confianza. Recuperó a muchos jugadores. Unió al grupo y descomprimió. Cuando llegó, había jugadores que no eran considerados y eso no gustaba. Nos hizo sentir a todos necesarios. Esa es la clave. Trabaja con una intensidad alta, con todo su cuerpo técnico. Nos preparamos bien todas las semanas”, destaca, a modo de ejemplo, el volante John Salas.
En el plantel coquimbano conocen perfectamente el límite de la relación con un técnico joven, al que destacan por la afabilidad en el trato. “Es un técnico súper exigente. Te da confianza, pero debes rendirle. Es cercano y todo. Ahora, por la confianza que hay, vas a querer defenderlo a muerte. Ha sido importante la unión desde la humildad y la sencillez. Además, es claro en los conceptos”, explica el carrilero.
Otro factor clave para el repunte aurinegro es la comodidad de los jugadores con la propuesta táctica del entrenador, quien hace unos días, minimizó la importancia de los sistemas en La Tercera. “El sistema es importante, pero no es lo más importante. Lo más relevante es la organización de juego y los jugadores que tengo para ella. Lo demás son figuras que se desarman y se transforman durante el partido y todos los sistemas son válidos por lo mismo. Por las características de los jugadores y por los momentos de los equipos”, explicaba.
Salas destaca, precisamente, esa capacidad de Ribera de adecuar su modelo a las características de los jugadores que tiene. “Ocupa un modelo que nos acomoda. Lo hemos comentado. Caímos perfecto en su sistema. En Audax también defendía con tres. Estamos contentos y cómodos con él. A mí me ha tocado jugar como volante derecho o izquierdo”, explica.
Una idea flexible
El mismo Ribera refuerza la versatilidad de su propuesta. “Jugamos 3-5-2, aunque varía de acuerdo a las necesidades del partido”, grafica el estratega, en un mensaje que sus dirigidos entienden a la perfección. “Los laterales hacemos el trabajo largo. Si uno analiza, y a mí me gusta bastante hacerlo, los dos laterales llegamos bastante al área rival. Y el resto del equipo también. A veces quedamos con cinco o seis al ataque. Y hemos sido eficaces para atacar. Esa es la clave del repunte”, resalta Salas.
“Es lógico que parezca que defendemos con cinco por momentos, porque si no tenemos el balón y necesitamos cubrir un mayor espacio, lo natural es que se replieguen los laterales volantes”, grafica Ribera respecto de los movimientos que les pide a sus dirigidos.
Por todo, en el norte ahora se proyectan para tenerlo en la banca por largo tiempo. “A mi me gusta que los técnicos permanezcan la mayor cantidad de tiempo. Eso da estabilidad. Espero que Juan José esté mucho tiempo con nosotros y que si se va sea para crecer”, plantea el timonel Contador.
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