El trono de don Elías, en revisión: el encierro reaviva el debate sobre el mejor futbolista chileno de la historia
Una decena de nombres, cientos de méritos y otras tantas imágenes para refrescar en cuarentena. Figueroa, Vidal, Chamaco, Alexis, Leonel Sánchez, Medel, Caszely, Bravo, Zamorano, Salas... ¿Quién fue el más grande? Los históricos agitan la discusión.
La irrupción de la Generación Dorada rompió varios paradigmas. A nivel colectivo, Chile pudo celebrar los títulos que le habían resultado esquivos en toda su historia y asistió a dos mundiales consecutivos después de conseguir la clasificación en las exigentes Eliminatorias Sudamericanas. Ese grupo puso a sus representantes más insignes en la primera línea del fútbol mundial. Y con esos logros, personales y grupales, consiguió, también, reabrir un debate que hasta hace algunos años parecía cerrado con el más hermético de los candados.
Hasta antes de 2010, decir que el mejor futbolista chileno de la historia había sido Elías Figueroa era ley. Un lugar común que se admitía sin cuestionamientos. Las tres veces que el porteño había sido elegido como el Mejor Futbolista de América y sus impecables campañas en Internacional de Porto Alegre y Peñarol, en la época en que el fútbol sudamericano agrupaba a los mejores exponentes del mundo, parecían dar el asunto como cerrado. Ni las campañas de Marcelo Salas e Iván Zamorano ni los recuerdos en torno a Leonel Sánchez, Carlos Caszely o Chamaco Valdés alcanzaban siquiera para hacerle sombra.
Hoy, sin embargo, el escenario es distinto. “Arturo Vidal es, hoy por hoy, el mejor jugador chileno de la historia. Ya ha superado a todos. Fue campeón en Colo Colo, jugó bien en Alemania, pasó a equipos grandes, en Italia, hoy juega en el Barcelona y lo convierte en un equipo más agresivo ofensivamente. Tiene 32 años y cuando parta del Barcelona se irá a otro grande. Para mí, hoy por hoy, en su posición es el mejor del mundo. Es cosa de ver. Defiende muy bien, organiza, da pase de gol, hace goles, remata de ambos perfiles, tiene buen cabezazo”, se atreve a decir Jorge Aravena. El Mortero no vacila en sumarse a un posible cambio paradigmático. “Hay que reconocer los méritos de Elías, pero nunca fue a jugar a Europa. Siempre se mantuvo en Chile y en Brasil. Lo que hizo es de gran mérito, claro, pero viendo los campeonatos en que ha estado Arturo, siempre siendo protagonista, le da ventaja. Yo me di cuenta hace rato de que Arturo es el mejor”, sentencia.
Entre el recuerdo y la nostalgia
“Vidal es el mejorcito de los chilenos de esta época, pero yo me quedo con Rubén Marcos o con Eladio Rojas. Sé que van a decir ‘este viejo jugó con pelotas cuadradas’, porque no les gusta que los contradigan”, matiza Sergio Navarro, capitán de la Roja que alcanzó el tercer puesto en el Mundial de 1962. Eso sí, hay que hurgar más atrás para encontrar a su preferido. “Para mí el mejor fue el Cua Cua Hormazábal. Lo alababan los argentinos, porque iba y les guapeaba en Buenos Aires. No es que no quisiera ir al Mundial. Le hizo un gallito a Fernando por jugar con las medias abajo. Don Fernando lo mandó al baño a y a entrenar con Colo Colo. Al tiempo se dio cuenta de que había sido un error”, recuerda.
En el juego de mezclar épocas, el ex integrante del Ballet Azul recuerda la mano dura de su mentor. “Con Riera, cinco de la actual Selección no habrían estado”, se atreve a hipotetizar. Y luego advierte de la dificultad de establecer parangones. “Las funciones son diferentes. Es difícil comparar a un defensa con un delantero. Es muy difícil comparar. Los periodistas actuales son muy jóvenes. No vieron a Colo Colo Muñoz ni a Jorge Robledo tampoco”, dice, convencido.
Leonardo Véliz, en cambio, ni siquiera duda. Su elegido es Figueroa. “Yo me quedo, porque lo vivencié, con Elías. No tuvo necesidad de jugar en Europa para demostrar que era bueno. Jugó en los años más hermosos del fútbol brasileño”, destaca.
La exposición de los méritos del exdefensor no termina ahí. “Y fue reconocido. Lo dice Pelé. A pesar de ser defensa, nunca dejó la técnica de lado. (Fabio) Cannavaro fue el mejor, pero era un reconocimiento al fútbol italiano. Lo de Elías es el reconocimiento de sus pares. Son tiempos distintos. En aquella época costaba mucho jugar en Europa. Los escenarios para mostrarse eran los mundiales. Yo me remito a la calidad como futbolista: juego aéreo, técnica, potencia, velocidad, carácter. Con eso me basta para elegir a Elías como un jugador completo. En el 74, en Alemania, estuvo en el equipo ideal y no pasamos ni la primera fase”, recuerda.
“Vidal es un todoterreno, pero la calidad técnica y física hacía a Elías un jugador para cualquier equipo en el mundo en cualquier época. Vidal ha sido un jugador más en equipos como el Barcelona, el Bayern y la Juventus. Esa es la diferencia”, sentencia, para dejar aún más clara su postura.
José Sulantay, formador de la camada que llevó al éxito al fútbol chileno, también prefiere a Don Elías. “Beckenbauer lo ungió y yo me quedo ahí. Elías es intocable”, dice. Sin embargo, con la mi energía elogia a su expupilo Vidal. “Ha sido completo, ha cometido errores más en hablar que en jugar. Ha convencido a Europa. También pongo a Salas y a Zamorano. Alexis (Sánchez) siendo un gran jugador, no está terminando bien”. El coquimbano reclama reconocimiento para viejas glorias. “Más atrás también hubo delanteros espectaculares. Como René Meléndez, Jorge Robledo, Jaime Ramírez, Honorino Landa, Mario Moreno y Paco Molina. Antes era más difícil salir al extranjero. Se podía ir a España, Italia o Inglaterra, pero llegaban los mejores de Sudamérica”, recuerda.
Arturo Vidal
Elías Figueroa
Marcelo Salas
Alexis Sánchez
Iván Zamorano
Claudio Bravo
Carlos Caszely
Francisco Valdés
Leonel Sánchez
Gol al mítico arquero Lev Yashin, en el Mundial de 1962.
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