Rodrigo Fernández toma la pelota y empieza a abrirse paso entre los jugadores de Estados Unidos. Si cabe la comparación, como Maradona ante Inglaterra, el apertura de Los Cóndores empieza a deshacerse de sus rivales. De uno en uno hasta llegar a siete, el jugador chileno va dejándolos atrás hasta que consigue enterrar el balón en la línea de fondo y marcar el try en los minutos finales del partido frente a los norteamericanos en el estadio Santa Laura.
En ese duelo, Chile cayó por un punto, pero el desenlace de la serie, que cerró la victoria del equipo de Pablo Lemoine en Denver, termina por darle valor a ese acierto. Y, sobre todo, a la enorme factura de la jugada que concretó Fernández. Ha pasado más de una semana desde que la logró y las reacciones solo consiguen aumentar la valoración de la destreza del jugador nacional.
“El try del año”
En las redes sociales, la locura es absoluta. Al punto de que la World Rugby es derechamente emplazada por los fanáticos, no solo chilenos, sino de todas partes del mundo. Más aún, han sido varios los especialistas que han exigido que la jugada sea considerada como la mejor de la temporada. “El try del año”, postulan quienes cayeron rendidos ante el acierto de Fernández.
La organización también pone lo suyo. Ya han sido varias las oportunidades en que la World Rugby ha destacado la acción que instala a Chile entre los mejores equipos del planeta, pero ahora va más lejos, aumentándoles el nivel de expectativas a los fanáticos y críticos que ya se habían manifestado sin escatimar adjetivos ante ella. “El try perfecto no exis...”, plantea la cuenta oficial de la entidad en español, en lo que ya podría considerarse como una valoración oficial a la enorme muestra de destreza.
Pocas horas después de su obra máxima, Fernández dio a conocer sus sensaciones a El Deportivo. “Escuchar los gritos y el aliento de la gente desde la cancha logró darnos una energía extra, esa que te lleva a hacer cosas únicas”, relató. “Fue muy lindo, la verdad. Solo se fueron abriendo los espacios y logré aprovecharlos. Después, una vez caído en el ingoal, con todos mis compañeros celebrando, sentí algo bien emocionante. Mención especial para la gente que no paró de gritar y alentar. Escucharlos desde la cancha logró darnos una energía extra, esa que te lleva a hacer cosas únicas”, profundizó.
“Nace de una patada de ellos, que no fue una buena patada. Siempre que hay oportunidades así, tenemos que aprovecharlas. Nunca pensé que llegaría tan lejos. Se fueron abriendo espacios y los supe aprovechar bien, menos mal”, recordó. Y reaccionó con cierta indiferencia a la comparación con la jugada de Maradona en México 86. “Francamente, me da risa esa comparación”, afirmó.