Otra vez una muerte inesperada que enluta el fútbol internacional. Otra vez un deceso imprevisto de un deportista de élite, joven, de apenas 31 años; futbolistas sometidos a permanentes controles de estado físico, sin antecedentes de patologías peligrosas, impecables físicamente.

De un momento a otro, la muerte inunda de tristeza un club, esta vez la Fiorentina de Italia. Una institución con tradición centenaria en el Calcio que sufre la pérdida de su capitán, el defensa Davide Astori, jugador muy querido y respetado por la hinchada viola, con 14 presencias en la selección azzurra y una trayectoria impecable en el competitivo fútbol italiano. Astori deja una hija de apenas dos años, un antecedente que ahonda más la pena.

¿Cómo explicar la partida de un tipo joven y en completo estado de forma dada su condición de deportista profesional? Cada vez que ocurren estos decesos surgen muchas preguntas. Cuesta entender qué fue lo que pasó. ¿Cómo se va un joven supuestamente sano y constantemente monitoreado físicamente dado los permanentes exámenes a los que son sometidos los deportistas profesionales? Son muchas las dudas que afloran.

Lo concreto es que Astori es el último en la lista de futbolistas profesionales que mueren intempestivamente. Algunos lo han hecho en el campo, durante un partido. A Davide la muerte lo encontró en el sueño, en la concentración del equipo junto a sus compañeros. El fútbol italiano, justo cuando la Juventus y el Napoli protagonizan una apasionante lucha por la punta del torneo, está de luto.

Síndrome de Muerte Súbita es la denominación científica que le dan los especialistas a este tipo de casos. Un término general que agrupa una serie de condiciones en personas jóvenes que fallecen por paros cardiacos. Muchas veces se trata de condiciones hereditarias que, en la gran mayoría de los casos, no presentan síntomas visibles hasta que se produce el infarto que provoca la muerte. Y en ocasiones es precisamente la práctica deportiva vigorosa la que desenmascara una afección cardiaca preexistente y no diagnosticada.

El caso del defensa zurdo de la Fiorentina recién entrará en la fase investigativa, pero perfectamente podría enmarcarse en el síndrome descrito. Se trata de respuestas ambiguas para intentar explicar algo que parece inentendible. Una historia que se vuelve a repetir y que ahora tiene a Davide Astori, un futbolista italiano, como protagonista.