Ricardo Gareca no se rinde. El cuestionado técnico argentino, que anota cuatro derrotas en la misma cantidad de partidos disputado por las Eliminatorias, le avisa a Pablo Milad, el presidente de la ANFP, que no tiene la intención de abandonar a la Roja. El Tigre y el curicano se comunicaron este jueves, por la noche, en una llamada telefónica acordada con anticipación.
El golpe frente a Colombia fue duro. La Roja no mostró ningún tipo de reacción en su visita al equipo de Nestor Lorenzo y la expectativa que generó el correcto partido frente a Brasil se desmoronó rápidamente. A muchos, incluso, se les vino a la memoria la histórica derrota frente a Bolivia, en el Estadio Nacional. Por lo mismo, en la conferencia de prensa posterior a la derrota frente a los cafetaleros, Gareca dejó en duda su continuidad.
“¿Si voy a seguir? No tengo la respuesta yo. Hoy no le puedo dar una respuesta concreta. Siempre me invaden cosas, a todos, de la misma forma que ustedes, yo también las siento, pero no estoy acostumbrado a tomar decisiones en caliente. Quiero pensar, enfriarme. Es un proceso difícil, complicado. Hoy no estoy para tomar una decisión. Necesito calmarme, enfriarme, estar con los dirigentes, con mi cuerpo técnico. Una decisión de abandonar el cargo no estoy en condiciones de manifestarla. Estoy acostumbrado a reflexionar cualquier decisión que tome”, planteó, en aquella oportunidad.
Durante los últimos días, Pablo Milad y Ricardo Gareca prefirieron mantener distancia. En Barranquilla, por ejemplo, el curicano quiso abordar al Tigre. Sin embargo, apenas se concretó la derrota, el estratega se encerró en el camarín junto a su grupo de trabajo para evaluar su futuro. Luego, por orden de comunicaciones, el DT tuvo que atender a los medios de prensa. Tras su análisis, el Equipo de Todos se trasladó al aeropuerto y se inició el viaje de retorno a Santiago. Ese miércoles, a las 5.30 de la madrugada, la delegación aterrizó en la capital.
Milad estaba decepcionado. El entrenador por el que tanto abogaron desde la ANFP no logra darle tranquilidad a una Selección que hace muchos años se olvidó de las alegrías. Por lo mismo, el timonel avisó que evaluarían el proceso. “Nosotros siempre nos reunimos para hacer un análisis completo. De la logística, de todo. Eso se hace en frío. Ya conversaremos con Ricardo. Cualquier decisión que se tome tiene que ser en frío”, sostiene el máximo dirigente del fútbol chileno. “Tiene contrato vigente”, plantea después, como si se tratara del débil hilo del que pende la suerte del entrenador.
En la conversación que sostuvieron este jueves, Milad le puso un ultimátum a Gareca. Le reconoció la disconformidad que existe en el directorio por la labor que ha desarrollado al mando del Equipo de Todos. Incluso sus jugadores se le han rebelado. Cuando sustituyó a Ben Brereton, en la media hora del partido ante Bolivia, fue notorio el respaldo de sus compañeros al ariete de Southampton. Pocos entendieron cómo el entrenador trataba así al único jugador nacional que actúa en la Premier League. Esa sensación subió un par de pisos hasta la tribuna de honor del reducto. El delantero, por cierto, no apareció en la convocatoria para los recientes traspiés del combinado nacional.
Por lo mismo, el presidente de la sede de Quilín le puso un ultimátum. Le avisó que para doble fecha Eliminatoria, en la que la Roja se medirá frente a Perú, en Lima, y Venezuela, en Santiago, debe rescatar al menos cuatro puntos. Una cosecha menor a lo exigido pondría fin al sueño de meterse, al menos, en la pelea por alcanzar el séptimo lugar de la tabla de las Eliminatorias, que hoy lo ocupa Bolivia, con 12 puntos. La Roja está a siete unidades de los altiplánicos.
En caso que Chile no consiga los puntos exigidos, Gareca no continuará en la Selección. Su estadía se haría insostenible. Más cuando la Selección estaría prácticamente eliminada. Es que contratar al transandino fue una apuesta cuantiosa. El pago de su contrato implica US$ 2,7 millones por año, la inversión más alta que la ANFP ha realizado en ese ítem. El pacto rige hasta el término de las Eliminatorias y se prorroga automáticamente si se consigue la clasificación al Mundial que Estados Unidos, México y Canadá organizarán en 2026. La única forma de abortarlo anticipadamente depende de que no queden opciones matemáticas. Ahí, las partes tendrían una ventana para sentarse a negociar lo más amistosa posible. Otro camino obligaría a una asociación mermada económicamente, a realizar un gasto lapidario para su caja. Otro más.
La respuesta de Gareca
Gareca, tras la caída frente a Colombia, quedó “bajoneado”. Así lo describen sus cercanos, quienes inclusos aseguran que el golpe fue tan fuerte que hasta lo vieron “medio shockeado”. A Milad, sin embargo, le transmitió tranquilidad. Le aseguró tener las fuerzas necesarias para continuar con el proceso. Aún cree que puede revertir el complejo momento que tiene a Chile prácticamente eliminado de la cita continental.
En la mente del Tigre la ilusión está intacta. Se afirma por su paso en Perú. Aunque la Roja solo tiene cinco puntos, la experiencia indica que el séptimo puesto -que asegura la repesca para la cita norteamericana- debe conseguir al menos 21 puntos. Justamente, ese es el promedio de unidades que logró ese lugar en esas siete carreras mundialistas anteriores. En ese escenario, la escuadra nacional debe sumar de las 16 unidades de las 24 que aún restan justo en la mitad de la competencia.
En ese sentido, Gareca tiene un registro imborrable. No solo el hecho de regresar a la selección de Perú a una Copa del Mundo después de 36 años. Sino la manera increíble en que consiguió ese logro en la carrera por Rusia 2018. En la primera rueda de esa competición, los dirigidos del transandino mostraron dudas muy parecidas a las que hoy ensombrecen el panorama chileno. Es más, en esos nueve primeros encuentros, la escuadra del Rímac solo sumó 11 unidades, producto de tres triunfos y tres empates.
Sin embargo, la segunda parte de esas mismas clasificatorias fue realmente sobresaliente. El equipo incaico sumó 15 puntos de los 27 posibles, con un rendimiento del 55,5%. Precisamente, uno más de los que eventualmente necesita ahora la Roja para acceder al repechaje. La segunda mejor performance en esa ronda de revanchas, solo detrás de Brasil que sumó 23 puntos.
Para que no quedara ninguna duda y que los números fueran considerados una mera casualidad, en las Eliminatorias Sudamericanas sucesivas, la selección de Gareca incluso superó su marca anterior. No solo en la cantidad de puntos logrados en esas últimas nueve presentaciones, sino también en el porcentaje que acumuló en ese lapso respecto de la sumatoria final.
En la carrera para acceder a Qatar 2022, el equipo incaico avanzó a la repesca final (la que perdió con Australia) con solo 24 unidades. Es decir, dos menos que en el proceso anterior para llegar a la Copa del Mundo del país más extenso del planeta.
Proceso que comenzó de manera aún paupérrima para el cuadro del Rímac, el que solo consiguió solo ocho puntos en los primeros nueve encuentros. Cuando cundía el pesimismo, los dirigidos del Tigre consiguieron 16 puntos en la segunda rueda, un 59,2% de rendimiento, solo superado por los 23 de Brasil, los 21 de Argentina y los mismos 16 de Uruguay.
Gareca seguirá al mando de la Roja. De momento, el Tigre gana una vida. Este viernes, el estratega viajará a Buenos Aires a pasar el fin de semana. En su mente, sin embargo, su equipo de trabajo asegura que ya comienza a definir la doble fecha eliminatoria que terminará por definir su futuro al mando de la Roja.