Gabriel Castellón: quedó mal parado en el tanto de Zampedri y salió con retraso en una llegada de Gentil que fácilmente pudo convertirse en el segundo gol de la UC. En los minutos finales se mostró más seguro.

Matías Zaldivia: estuvo dubitativo en la primera mitad, sobre todo en los duelos por tierra. Con el gol del triunfo se deshizo de todos sus males. Tuvo que irse expulsado por una doble tarjeta amarilla que el juez Garay pasó por alto.

Franco Calderón: errático cuando tuvo que anticipar las llegadas del elenco rival. En el segundo tiempo, en tanto, no tuvo mayor protagonismo.

Fabricio Formiliano: salió tarde para trazar la línea del offside y dejó habilitado a Zampedri para la apertura de la cuenta de la UC. Por su error, abandonó la cancha en el entretiempo.

Marcelo Morales: fue de los puntos más altos en la pobre primera mitad de la U. En el complemento se enfocó en cubrir la zona defensiva, más que volcarse en la ofensiva.

Fabián Hormazábal: al igual que Morales, pasó de comandar el ataque por las bandas a controlar desde el fondo.

Marcelo Díaz: no pudo establecer su nexo habitual entre la defensa y la mitad de la cancha, principalmente por su imprecisión con los pases. Posteriormente, se unió como un central más en la labor de sostener la ventaja.

Charles Aránguiz: autor del empate transitorio. A través de sus pases filtrados, recuperaciones y liderazgo en la cancha, se erigió como una de las figuras del partido.

Cristian Palacios: no tuvo protagonismo en los primeros 45 minutos. Un cabezazo de su autoría, que se estrelló en el travesaño, encaminó la remontada en Santa Laura.

Leandro Fernández: se dedicó a protestar todas las acciones, en lugar de enfocarse en comandar el ataque azul. Cuando se mostró con disposición de jugar, fue importante.

Maximiliano Guerrero: Intrascendente en el primer tiempo. De hecho, rara vez tocó el balón. En los segundos 45′, tuvo una sola llegada que contuvo Pérez.

Lucas Assadi: ingresó con la misión de ser el revulsivo del equipo y cumplió con creces. Gran parte de la arremetida laica fue gracias a sus pies.

Matías Sepúlveda: ingresó en reemplazo de Formiliano en la búsqueda de más acciones en el ataque. Muchas veces tuvo que ser el punto de quiebre entre el mediocampo y la ofensiva.

Israel Poblete: entró con la misión de asegurar la tenencia del balón y ser un refresco en el ataque.

Luciano Pons: ingresó en los minutos finales para aguantar los balonazos largos arriba y ganar los cabezazos.