La banca de la U volverá a tener acento uruguayo. Cuatro años después de Martín Lasarte, Azul Azul ya ha encontrado su sustituto a Kudelka en el país oriental. Se trata de Alfredo Arias, un viejo conocido del fútbol chileno -fue jugador, en su día, de Palestino, O'Higgins, Huachipato y Trasandino; y adiestrador, en 2016, de Santiago Wanderers- que ya estuvo a un paso de recalar en la U a mediados del año pasado, cuando la concesionaria terminó decantándose precisamente por Kudelka. Las desavenencias económicas terminaron frustrando entonces su arribo al CDA.
Pero hoy el escenario es muy diferente y el técnico de 60 años, oriundo de Canelones, que se encontraba cesante tras finalizar su vínculo con el Bolívar boliviano y que llegó a sonar con fuerza este verano como inquilino de la banca de la UC, es el hombre elegido para reconducir el extraviado rumbo de la U.
"Estoy muy bien, estoy esperando. Lo bueno es que ya sabíamos ellos y yo las condiciones porque hace unos meses estábamos en esta posición y no se dio. Mañana mismo (hoy) podríamos estar en Chile", confiesa escuetamente a La Tercera, Alfredo Arias, desde su domicilio de Uruguay. El DT arribó durante la noche del miércoles al país.
Un país con larga y contrastada tradición en la dirección técnica que entrega al estratega -entienden en Azul Azul- una suerte de valor añadido. La rápida adaptación al medio de los técnicos charrúas, la celeridad con la que son capaces de obtener resultados y la buena impresión causada por los tres últimos compatriotas de Arias que se enfundaron el buzo azul, asfaltan su llegada. Ahí es donde buscaba un sucesor la U desde el lunes.
Sergio Markarian consiguió guiar en apenas seis meses a los estudiantiles al título del Apertura 2009; de la mano de Gerardo Pelusso, la U alcanzó las semifinales de la Libertadores en 2010; y el ciclo de Lasarte se saldó con tres coronas nacionales. Éxitos recientes que avalan el arribo a La Cisterna de Arias, el elegido, un técnico moderno construido a sí mismo, de corta trayectoria en las bancas (ocho años), pero que puede presumir de dos títulos (con Montevideo Wanderers y Emelec). Un DT pragmático, pero con un ideario contemporáneo, un estilo innegociable basado en la posesión e influenciado por el fútbol de Guardiola y Sampaoli. Acostumbrado también a promocionar jóvenes futbolistas y a quien la U ha ofrecido ya un contrato revisable a fin de año con posibilidad de ser prorrogado.